El Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) desaceleró a 4.79 % anual y tuvo una de 0.48 % mensual durante julio, cifras por debajo del 5.06 % de junio con lo que ligó seis meses disminuyendo, una buena noticia para los consumidores mexicanos que han batallado por dos años contra una inflación galopante.
Además, el dato que da a conocer este miércoles el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) estuvo en línea con lo anticipado por los analistas económicos del sector privado.
Otra de las buenas nuevas, la inflación en alimentos, bebidas y tabaco marcó una de 9.79 %, después de haber estado a doble dígito por más de un año, pero lo malo, continuó siendo el mayor problema en el gasto de las familias en la formación de los precios. Según la última Encuesta Nacional de Ingresos y Gastos de los Hogares 2022, las familias destinan el 38 % de su ingreso en alimentos, bebidas y tabaco, por lo que tasas mayores a la inflación general deterioran más rápido el ingreso de los consumidores.
El chayote (31.01 %) el aguacate (28.28 %), y la cebolla (22.86 %) fueron los que más aumentaron en el séptimo mes del año, pero hicieron contrapeso la uva (29.79 %), el huevo (6.23 %), el gas LP (4.25 %) y el jitomate (3.38 %).
Con relación a la inflación subyacente, la que se considera la parte medular en la formación de los precios a mediano y largo plazos se ubicó en 0.39 % mensual y 6.64 % anual, alineada con la estimación de 6.70 % que realizaron los economistas.
Con las cifras de inflación convergiendo con las estimaciones, los expertos esperan que a finales de este año y principios de 2024, el Banco de México pueda hacer un recorte en la tasa de interés de al menos 25 puntos base, lo que traería un repunte en el consumo a crédito y una expansión del mercado interno que es a lo que apuesta el Gobierno para que la economía continúe en la senda del crecimiento. MAAZ
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