Por sexto mes al hilo, la inflación sacó el acelerador y converge con las estimaciones, por lo que las probabilidades de que el Banco de México recorte su tasa de interés se amplían.
Actualmente, el rédito del banco central se ubica en 11.25 %, la más alta en sus registros desde que toma la decisión de imponerla de manera autónoma. Los analistas del sector privado financiero del país apuestan a que a finales de este mismo año el Banco de México decida recortar en hasta 25 puntos base el objetivo, es decir, la bajaría a 11.0 % y sería el primer tijeretazo en dos años y medio.
En agosto de 2021, ante la galopante y persistente inflación, el Banxico comenzó a incrementar el interés, con la finalidad de detener el crecimiento de los precios, y después de un año, los efectos de esas decisiones comenzaron a surtir efecto en los precios, a pesar de que los mexicanos aumentaron el apetito por el crédito, revelan cifras del propio organismo monetario.
PUEDES LEER: Se endeuda más CFE, ahora pide 5.7 mil millones de pesos
En el mismo contexto, durante su conferencia matutina de este miércoles, el presidente Andrés Manuel López Obrador festejó que la inflación continúa bajando; asimismo, presumió el aumento al salario mínimo, pero en ningún momento reconoció la labor que ha hecho el Banco de México para reducir las presiones inflacionarias.
En el momento más álgido de la inflación —hace más de un año—, el Presidente tachó de neoliberales las acciones que tomó el Banco de México para detener el aumento de precios y reclamó que existían otras formas para aliviar la carestía en el país para que esto no repercutiera en el crecimiento económico.
“Lo otro son las fórmulas que les enseñan en todas las universidades del mundo a los economistas y son las que han aplicado en el periodo neoliberal: que si hay inflación suban las tasas de interés para parar el crecimiento económico”, señaló en agosto de 2022.
Para expertos en materia económica, el Banco de México sí debió actuar como lo hizo, elevando gradualmente las tasas de interés, que es una medida comprobada para sacar las presiones inflacionarias e inhibir el consumo que empuja a los precios en una espiral ascendente.
PUEDES LEER: Consumidores anotan la mayor confianza en 20 meses
Pero también reconocen que el gobierno tenía que ejercer medidas antiinflación como el PACIC (Paquete Contra la Inflación y la Carestía) y los subsidios a los energéticos para amortiguar los efectos adversos.
Y aunque el Presidente no lo menciona en sus discursos, el Banco de México, a cargo de Victoria Rodríguez Ceja, sí ha jugado un papel importante en la política monetaria para contener la alta inflación y que ésta vaya descendiendo en el horizonte.
Como muestra, las lecturas de la inflación general se han ido alineando a las previsiones del Banxico. Durante julio se tuvo una lectura de 4.78 %, en línea con lo esperado, aunque hay que destacar que la parte de alimentos continúa siendo el mayor factor en el alza de precios y lo que más deteriora los ingresos familiares.
El objetivo del Banco de México es tener una inflación de 3.0 % +-1 %, es decir, por el momento se está por alcanzar el margen permitido y sólo le falta menos de 1.0 % para lograrlo. Estar dentro de los parámetros de inflación permite un sano desempeño de la economía del país y la conservación del valor del peso.
SIGUE LEYENDO: