El presidente Andrés Manuel López Obrador había presumido sus medidas de contención contra la inflación, que resultaron en una menor tasa que la de Estados Unidos. Sin embargo, en los dos últimos meses que se ha reportado esa información, la del país vecino ha sido más baja que la de México.
Se observa que el factor de energía para nuestro país es 6.16 % anual, mientras que para ellos es del 19.8 %. Otro importante dato es que aquí el aceleramiento de los alimentos fue del 13.38 % y en Estados Unidos del 11.2%.
La inflación general del país vecino, fue de 8.2 %; menor al 8.7% de México durante septiembre.
En comparación de país con país, la situación estadounidense es “mejor”, pero el dato del noveno mes fue mayor a lo que esperan los economistas. Aún así, ligó su tercer mes en descenso.
La energía continuó siendo el mayor factor en el incremento de los precios, y en segundo lugar los alimentos.
Lo que preocupa a las autoridades es el aceleramiento en el núcleo de la formación de precios, que se está tomando velocidad de nueva cuenta.
Un día antes, la Oficina de Estadísticas Laborales informó que la inflación al productor en ese país, continuó por tercer mes descendiendo; y aunque hay una tendencia en declive en los precios, la tasa fue de 8.5 %, por lo que continúa estando alta, así como fue mayor a lo esperado por el consenso de analistas.
Estos datos de inflación están apuntando a que la Reserva Federal continúe con su política de incremento en la tasa de interés con más agresividad. El 17 % de los encuestados creen que pueda elevarla en un histórico 1 %, dejando a un lado el ritmo de los 75 puntos base, también inéditos.
Un aumento de tasas a ese ritmo es combustible al fuego para una recesión económica. El Banco Central de Estados Unidos está dispuesto a llegar a la recesión con tal de controlar la inflación que se mantiene “inaceptablemente alta” mencionó uno de sus ejecutivos.
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