Los precios al productor en Estados Unidos cerraron el 2021 en 9.7%, la tasa más alta desde que comenzó a medirse en 2010, afectada por un mayor precio en los servicios de transporte y almacenamiento.
De acuerdo con el Buró de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, el encargado de medir la inflación en el país, más de la cuarta parte del aumento en el índice de la demanda final de servicios se debe a los márgenes de comercialización de combustibles y lubricantes, los servicios de pasajeros de líneas aéreas, venta minorista de alimentos, venta mayorista de maquinaria, vehículos y refacciones.
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La dependencia informó que la demanda intermedia de bienes procesados en su variación anual fue de 24.4%, mientras que los bienes sin procesar fue del 38%, aunque se observó una menor tasa que la vista en noviembre.
Autoridades del banco de la Reserva Federal (Fed) esperan que la inflación comience a ceder con la política monetaria adecuada, mientras el pleno empleo se está alcanzando.
El vicepresidente de la Fed, Richard Clarida, dijo en un comunicado que espera que “la inflación sea en gran parte transitoria bajo una política monetaria apropiada”.
El miércoles, la oficina laboral reveló también la inflación al consumidor, y fue la más alta para un año desde 1982. El dato se ubicó en 7% y fue empujado principalmente por los precios de los energéticos, los autos usados y la vivienda.
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