La inflación no deja de ser una amenaza para la economía más grande del mundo, ya que se registraron los precios más altos para el productor desde que se empezó a medir en 2010.
De acuerdo con la Oficina de Estadísticas Laborales de Estados Unidos, el índice de precios al productor alcanzó una tasa de 11.2% anual durante marzo, con un aumento en el mes de 1.4 por ciento.
Estos impactos inflacionarios en el vecino del norte deben de poner en alerta a las autoridades monetarias y al propio gobierno de México debido a que estos efectos son trasladables a nuestra economía.
Lo que más afectó en el incremento de precios al productor en Estados Unidos fue la energía con un 5.7% anual y el transporte y almacenamiento que fue de 5.5 por ciento.
De acuerdo con la Oficina Laboral, el Diésel saltó 20.4% anual, que es el principal combustible ocupado en la transportación terrestre, lo que afecta los costos de producción de las empresas. Además, hizo énfasis que, en los productos intermedios, el incremento se debió principalmente al alza en el combustible para aviones, que se elevó un 23% anual.
El martes, la oficina dio a conocer la inflación al consumidor, la que marcó un 8.5% anual, y es la más alta en 40 años, un reflejo de que los productores no han podido contener y absorber el alza de precios, lo que ha sido trasladado a las familias estadounidenses, y dado que nuestra economía tiene una fuerte dependencia hacia ese país, también recibimos las presiones inflacionarias.