A pesar de ir en una espiral descendente, la inflación cumplió 30 meses de estar fuera del objetivo del Banco de México. La meta del instituto monetario es el de una inflación en 3.0 %, con +-1.0 % de margen para considerar la incertidumbre que se pueda generar por factores que influyen en su formación y que están fuera del control de la institución.
Las autoridades del Banco de México, o Banxico, han considerado el objetivo del 3.0 % para procurar la estabilidad del poder adquisitivo de la moneda mexicana, lo que protege a las familias más vulnerables ante los costos sociales y económicos que se pueden desprender de una aceleración de precios de mayor magnitud como la que se ha vivido por 30 meses y que dañó los ingresos de los hogares.
El Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) dió a conocer que la inflación de la primera quincena de agosto tuvo su mejor nivel en 29 meses, pero si consideramos el objetivo del Banco de México, entonces está fuera del foco y está dañando los ingresos y ahorros de la población todavía.
PUEDES LEER: Inflación desacelera, pero menos de lo previsto en primera quincena de agosto
El Inegi reportó que en la primera mitad de agosto el Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) fue de 4.67 % anual, mientras que la tasa quincenal avanzó 0.32 %. El resultado anual hasta el momento es el más bajo de los últimos 29 meses, pero aún el Banco de México lo considera alto, por lo que en las minutas de su pasada junta de política monetaria advierte que las tasas continuarán por un tiempo prolongado en el nivel actual de 11.25 %, lo que significa que a pesar del ángulo descendente en la inflación, los riesgos que pueden alterar esa ruta están presentes y podrían incidir en las expectativas.
Los miembros de la Junta señalan que entre los riegos externos que podrían cambiar el rumbo está las probabilidades de un repunte en las cotizaciones internacionales de los precios de las materias primas, “en especial tras la salida de Rusia del acuerdo para la exportación de granos del Mar Negro”.
Adicionalmente, los eventos climáticos que afectan diversas cosechas en el mundo también están como un riesgo latente en los mercados, y por consecuencia generarían presiones inflacionarias. De manera interna, los participantes no descartan presiones futuras ante mayores costos provenientes de la fortaleza del mercado laboral y de la demanda interna, asimismo, ante los posibles incrementos al salario mínimo estarían entre los factores que podrían incidir en la formación de precios, señala el Banxico.
SIGUE LEYENDO |
