El organismo autónomo que es la fuente de información estadística de gran número de indicadores económicos y sociales de México informó que ante la destrucción por Otis tomará medidas pertinentes.
Tras el embate del huracán Otis, Acapulco y Coyuca de Benítez se alzan con el desafío de reconstruirse, no solo físicamente, sino también en la arena de los datos económicos, ya que prácticamente están detenidos ante la parálisis por la destrucción. En este contexto, el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) toma la batuta para asegurar la continuidad del Índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) en la ciudad.
Dado que la muestra de establecimientos con la que se cotizaba la canasta ya no existe por los efectos del fenómeno natural, en los próximos meses se obtendrá una nueva muestra de establecimientos y productos que formarán parte de la canasta de Acapulco de Juárez”, informó en un comunicado.
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En el espíritu de aplicar buenas prácticas en situaciones de emergencia y escasez de precios, el Inegi decide no interrumpir la publicación del índice en Acapulco de Juárez. Para ello, adopta una estrategia innovadora: la imputación de precios para bienes y servicios no disponibles y aquellos sin un abasto regular, aunque es una medida provisional para que el INPC no sufra alteraciones significativas que puedan distorsionarlo.
Es vital subrayar que estas medidas no comprometen la confiabilidad de los resultados del INPC. El instituto, comprometido con la integridad de sus cifras, trabaja incansablemente para garantizar que la inflación sea medida con la precisión que la sociedad merece.
Al medir la variación promedio de los precios de bienes y servicios consumidos por los hogares, este indicador se convierte en un barómetro directo del poder adquisitivo y bienestar de los consumidores, un faro en medio de las fluctuaciones económicas.
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