La primera derrota del llamado “Plan B” en materia electoral, la restitución de Edmundo Jacobo Molina como secretario ejecutivo del Instituto Nacional Electoral (INE), demostró al presidente Andrés Manuel López Obrador que el organismo y el Poder Judicial son lo mismo.
Con la publicación de las reformas en las leyes electorales, el primer cambio que se dio fue la destitución de Edmundo Jacobo como funcionario, pero el INE presentó inmediatamente una controversia constitucional en contra de los cambios y contra este despido.
El pasado domingo, el Noveno Tribunal Colegiado en Materia Administrativa de la Ciudad de México ordenó restituirlo en su cargo al asegurar que fue electo para el periodo 2020-2026, y ayer mismo, en una sesión extraordinaria, el funcionario fue reinstalado en su cargo.
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López Obrador criticó la celebración en redes sociales, medios de comunicación y el mismo organismo, pero se lanzó nuevamente contra el Poder Judicial, de quien ha dicho, será el responsable del futuro de estas reformas a la ley, y por el amparo otorgado.
“Bueno, ayer una fiesta en el INE y todos los medios aplaudiendo porque le habían devuelto el cargo a un integrante del INE que lleva 30 años ahí y 15 como funcionario clave del INE. Ya ven que ‘el INE no se toca’, entonces le dan un amparo los del Poder Judicial, que son lo mismo”, acusó.
El mandatario aseguró que “le llena de orgullo perder así”, porque no tienen autoridad moral, que es gente que sólo les interesa el dinero y el poder por el poder.
“El poder sólo tiene sentido y se convierte en virtud cuando se pone al servicio de los demás, poder sin estar pensando en beneficio del pueblo es parafernalia, es fantochería, es corrupción. Por eso se dice que, si no hay convicciones, el poder atonta a los inteligentes y a los tontos los vuelve locos”, advirtió.
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