Este viernes el Consejo General del Instituto Nacional Electoral (INE) determinará si impone o no las medidas cautelares a las conferencias mañaneras en Palacio Nacional, que el PRD solicitó para que el presidente Andrés Manuel López Obrador, y cualquier otro funcionario federal, eviten hablar de posturas político-electorales o cualquier otro comentario que busque influir en las próximas elecciones.
El proyecto de Acuerdo que será analizado por los consejeros del INE en la sesión extraordinaria de mañana se deriva de la denuncia que el pasado 28 de diciembre presentó el partido presidido por Jesús Zambrano Grijalva en contra del presidente López Obrador acusando “la indebida intromisión en el proceso electoral actualmente en curso, promoción personalizada y la violación a los principios de equidad, imparcialidad y neutralidad”.
El motivo principal de la denuncia del PRD presentada ante la Comisión de Quejas y Denuncias del INE se centró en las declaraciones que el mandatario hizo en su acostumbrada mañanera del 23 de diciembre pasado, es decir, cinco días antes de que presentarla, luego de que el presidente López Obrador, acusaron los perredistas, usó tiempos y espacios oficiales para hacer posicionamientos electorales en favor de Morena, y “en detrimento de la equidad de la contienda y en violación a los principios de imparcialidad y neutralidad, así como para promocionarse indebidamente ante la ciudadanía”.
En esa conferencia el presidente respondió ante el cuestionamiento de un reportero quien le preguntó que “¿cómo va a buscar usted que haya elecciones libres?”, pero contextualizó su duda anteponiendo la alianza que un día antes se había oficializado por parte de los líderes del PRI, PAN y el PRD, a lo que el mandatario inició respondiendo:
“Pues es algo natural, obvio. Ellos (los partidos políticos mencionados) se están agrupando porque ellos representan al antiguo régimen. Ellos mandaron, ellos dominaron en los últimos 40 años y lo hicieron asociados, simulando que eran distintos; ahora, ya como se está llevando a cabo una transformación en el país, pues se quitan las máscaras y ya se abrazan y formalmente se agrupan para defender al antiguo régimen, defender los privilegios, lo que significó la política neoliberal: el beneficio para las minorías, la corrupción, el empobrecimiento del pueblo, la inseguridad, la violencia”.
El presidente concluyó esa primera intervención sobre el tema con un cuestionamiento retórico: “Va a ser una elección interesantísima, porque la gente va a decidir. ¿Qué quieren?, ¿más de lo mismo o retrocesos, o quieren que sigamos adelante?”.
Más adelante en el desarrollo de la misma conferencia, el mandatario insistió: “Entonces, sí es motivo de orgullo, una dicha enorme el que se estén uniendo en contra de nosotros, porque estamos defendiendo la causa que enarbolamos durante muchos años y que ahora estamos llevando a la práctica, a la realidad. Pero, desde luego, es muy legítimo, eso es parte consustancial de la democracia, que haya oposición”.
La polémica generada a partir de las declaraciones de Lorenzo Córdova Vianello, consejero presidente del INE, en el sentido de que la transmisión completa de las conferencias del presidente debía ser acotada desde el arranque de las campañas de este año y hasta el final de la jornada electoral; lo cual implicaría que la restricción del llamado “diálogo circular”, como se refiere López Obrador a las llamadas mañaneras, iniciaría a partir del próximo 4 de abril. Sin embargo, el presidente reacción de inmediato y acusó que el órgano autónomo de intolerante y de intentar censurarlo, y cuestionó las razones por las que se buscaría el quitarle su derecho de expresarse.
“Como ya está de moda a nivel mundial la censura, ya nos quieren silenciar. Realmente es una actitud de mucha intolerancia. ¡Cómo nos van a quitar el derecho de expresión, de manifestación! ¡Cómo le quitan al pueblo el derecho a la información!”, advirtió el mandatario en su conferencia del martes pasado, para luego anunciar que buscaría ampararse ante las instancias judiciales en caso de que este viernes el INE determine aplicar las medidas cautelares solicitadas.
“Sería un acto de censura, sería un agravio, un atentado a la libertad. Eso no puede prosperar desde el punto de vista constitucional, desde el punto de vista legal. Y lo segundo, yo aprovecho para convocar a los mexicanos a que opinen si está bien que el INE nos silencie, si está bien que en México nuestro país no pueda hablar el presidente, no pueda informar”, clamó el presidente.