En los dos primeros meses de este año, la violencia se acentuó en la entidad. Lo mismo han sido asesinadas personas supuestamente vinculadas con células criminales por el control de la zona, como mujeres víctimas de feminicidio, menores de edad, defensores de derechos humanos, periodistas y hasta políticos.
Un cambio significativo: la región del Istmo de Tehuantepec se posicionó en el primer sitio por hechos delictivos; en el pasado, la zona más violenta era la Cuenca del Papaloapan, especialmente el municipio de San Juan Bautista Tuxtepec, por su cercanía con Veracruz
En municipios del Istmo, al menos tres decenas de personas fallecieron en hechos sangrientos, algunos casos con bastante saña, niños y niñas se encontraban entre las víctimas. Un promedio de 39 homicidios, la mayoría dolosos, fue la estadística registrada durante el mes de enero y febrero de este 2022, según fuentes de corporaciones policiacas consultadas.
Sólo del 1 de enero al 28 de febrero se han registrado 25 mujeres asesinadas, de ellas dos en la región de la Cañada, tres en la Costa, 14 en el Istmo, dos en la Sierra Sur y cuatro en los Valles Centrales.
La violencia no hizo distingo de edad. La víctima de menor edad tenía tres años, después una adolescente entre los 13 y 18 años. Tres más estaban en el rango entre los 19 y 29 años de edad. Hay nueve víctimas entre los 30 y 44, destaca este grupo por ser el grueso en las estadísticas realizadas. Hay dos mujeres asesinadas más: una entre los 45 y 59 años y una última mayor de 60 años.
El registro hemerográfico, realizado por el Centro de Documentación del grupo de Estudios sobre la Mujer “Rosario Castellanos” (conocido como GesMujer), revela que no se pudo identificar la edad de nueve mujeres fallecidas. La documentación de casos incluye profesión y posible agresor, en este aspecto hay pocos datos. De lo que sí hay información es sobre el método para dañar: dos murieron por golpes; 18 por disparo con arma; una por ataque sexual y en cuatro casos, no se pudo especificar.
Un policía de la Agencia Estatal de Investigaciones (AEI) consultado sobre la falta de reacción y respuesta de las corporaciones policiacas, reconoció que se debe a lo limitado de los recursos. “La mayoría de los compañeros están en otros servicios, dando custodia a personas, oficinas o jefes”, confió. A esto se suma la falta de autos patrulla y combustible, y corrupción en la misma dependencia.
En el caso de la policía municipal, se encontraron más deficiencias. En entrevista con ejecentral, un policía municipal admitió que no reciben una capacitación constante. Algunos no son aptos para portación de armas de fuego y no tienen garantías para desarrollarse en su trabajo.
Aunque las dependencias encargadas de judicializar, investigar y prevenir el delito no admitan oficialmente las deficiencias, y aseguren tener un trabajo óptimo en la detención de grupos y bandas de criminales, los resultados están a la vista. En el transcurso de enero y febrero, los casos por homicidios dolosos tuvieron un repunte.
En enero se registraron siete homicidios en Juchitán, uno en Tehuantepec, seis en Santa María Mixtequilla, dos en Matías Romero, dos en Unión Hidalgo y uno en San Pedro Comitancillo, arrojando un saldo de 19 personas asesinadas; es decir, una persona cada dos días en promedio.
En febrero hubo tres homicidios en Salina Cruz, 11 en Juchitán, uno en San Pedro Tapanatepec, uno en Tehuantepec, tres en Santa María Mixtequilla y uno en Chahuites. Se acumularon 20 asesinatos, lo que significa que cada 33 horas fue asesinada una persona en Oaxaca en promedio.
Tiempos más crueles
Enero avanzó con una violencia cruel. El miércoles 12 de enero fueron asesinadas cuatro personas, una de ellas mujer, en la novena sección de Cheguigo en el municipio de Juchitán. Apenas 14 días después, en el municipio de Santa María Petapa, fueron abandonados dos cabezas humanas y sus restos en otra zona de dicha comunidad. Pero la violencia fue escalando al segundo mes de 2022. El miércoles 2 de febrero, donde una mujer y sus dos hijos, ambos de 19 años de edad, fueron asesinados a tiros dentro de su vivienda en la novena sección del municipio de Juchitán.
Al día siguiente, dos hijas y una hermana de un policía municipal fueron asesinadas por personas desconocidas; estaban dentro de su vivienda en la colonia Daniel López Nelio, en Juchitán. En el mismo municipio, tres días más tarde, el 6 de febrero, fueron asesinadas cuatro personas más, dos mujeres, una de ellas de tres años de edad, en la colonia Gustavo Pineda de la Cruz.
Mientras se instalaba una mesa de seguridad en el municipio de Ixtepec, para investigar y dar seguimiento a estos casos registrados en Juchitán, y en la que participó el gobernador Alejandro Murat, fue asesinado en el municipio de Salina Cruz, el periodista Heber López, cuando se encontraba en sus oficinas que ocupaba de estudio para transmitir sus noticias, era apenas el 10 de febrero. Tres días después, el 13 de febrero, un comando atentó contra el presidente municipal de San Pedro Tapanatepec, Humberto López Parrazales, cuando circulaba sobre la carretera federal 200, el tramo Tapanatepec-Arriaga. El alcalde y dos personas más resultaron heridos, su fotógrafo y su escolta perdieron la vida.
Llega la Marina
Faltaba un día para terminar apenas el segundo mes del año, y la violencia en territorio oaxaqueño mostró un rostro atroz en Juchitán y Chahuites. Casi de manera simultánea se presentaron crímenes en ambos municipios.
El primer hecho se registró en la novena sección de Cheguigo del municipio de Juchitán. Una pareja fue atacada a balazos, perdiendo la vida en el lugar el hombre y la mujer fue llevada a un hospital para recibir atención médica. Minutos después, en el municipio de Chahuites, capital mundial del mango, una mujer fue asesinada a tiros en el interior de un local comercial.
La tarde de ese domingo 27 de febrero, en la ranchería El Puertecito, perteneciente al municipio de Santa María Colotepec, un grupo de personas a bordo de un Mini Cooper rojo asesinaron a cinco hombres cuando se encontraban en un establecimiento comercial. Los sicarios, sin mediar palabra, dispararon directamente contra las personas que ahí se encontraban, entre ellos al excomisariado comunal de Santa María Colotepec, en tanto una mujer que resultó lesionada fue trasladada a un hospital.
Ante el recrudecimiento de la violencia, en marzo arribó un grupo de 50 elementos de la Marina. En la región de la Costa oaxaqueña, se instaló otra unidad con 50 elementos de la Armada, para brindar apoyo a las policías del estado desde Pinotepa Nacional, colindante con el estado de Guerrero a San Pedro Pochutla, municipios conectados por la carretera federal 200.
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