El nivel de aceptación del presidente Andrés Manuel López Obrador incrementó en 4.5% entre los ciudadanos de noviembre del 2018 a febrero del 2019, de acuerdo con una encuesta de Consulta Mitofsky. Denominada “Andrés Manuel López Obrador. Primer trimestre de gobierno”, el ejercicio para el diario El Economista muestra que el actual presidente logró subir de 62.6% la aceptación en noviembre del 2018, cuando aún era presidente electo, a 67.1% en febrero del 2019, a unos días de cumplirse tres meses de gobierno. Tras publicarse los resultados del ejercicio, el presidente de Consulta Mitofsky, Roy Campos, en entrevista con Raymundo Riva Palacio para Estrictamente Personal, explicó que en general los presidente del mundo están mal evaluados, sin embrago, López Obrador rompe con el paradigma. “El mejor evaluado en México por mucho. Casi todo lo que propone se le aprueba, sobretodo lo simbólico, lo que hace caso al coraje que tienen los ciudadanos”, dijo Campos. “La única medida que no es aprobada es la cancelación del aeropuerto”, aclaró. De los últimos presidentes de México, sólo Ernesto Zedillo logró también incrementar su aprobación en el arranque, y de diciembre de 1994 a febrero de 1995 pasó de 32.3% a 42%, no obstante que meses después sufrió un fuerte descenso en su popularidad, destaca Mitofsky. Los ciudadanos consultados incrementaron su percepción de que la seguridad, la economía y la situación política del país mejoraron. Por ejemplo, en febrero del 2017, 16% consideraba que la seguridad en México mejoraba, cifra que para febrero del 2019 ascendió a 36 por ciento. En la cuestión económica, en los mismos periodos pasó de 18 a 46 por ciento. El presidente tiene la mayor fortaleza de evaluación en las regiones noreste y centro del país, a diferencia del occidente donde su aprobación es la más baja; esta última zona incluye a estados como Jalisco, Michoacán, Guanajuato y Aguascalientes, que además de ser zonas electoralmente desfavorables a Morena en el 2018 (excepto Michoacán), también han sido afectadas directamente por el desabasto de gasolina debido al combate al huachicol, o bien por el bloqueo de trenes.