La efectividad del programa Jóvenes Construyendo el Futuro (JCF), ideado por el presidente Andrés Manuel López Obrador para erradicar el fenómeno de los “ninis” y, al mismo tiempo, alejar a la población juvenil de las actividades criminales, es un enigma.
Una nota informativa elaborada por el Centro de Estudios de las Finanzas Públicas (CEFP) de la Cámara de Diputados señala que, a tres años y medio de haberse puesto en marcha Jóvenes Construyendo el Futuro, “la pregunta que queda por responder es: qué porcentaje de la población que se ha capacitado a través del programa pudo efectivamente incorporarse a un trabajo formal, es decir, si se logró la inclusión laboral y, por tanto, social reduciendo su fenómeno de marginación”.
JCF busca vincular a personas de entre 18 y 29 años de edad que no estudian y no trabajan con empresas, talleres, instituciones o negocios donde desarrollan hábitos laborales y competencias técnicas para incrementar sus posibilidades de empleabilidad.
Durante la capacitación, hasta por un año, los jóvenes reciben un apoyo mensual de 5 mil 258 pesos y un seguro médico contra enfermedades, maternidad y riesgos de trabajo.
Hasta junio de 2022, el programa había dado atención a 2.1 millones de jóvenes, lo que lo coloca muy cerca de cumplir la meta sexenal de 2.2 millones.
Sin evidencia
De los programas sociales que el Presidente ha promovido durante su administración, asegura que 30 millones de familias mexicanas reciben un apoyo que viene del presupuesto de gobierno.
“Es un orgullo poder decirlo, hay
30 millones de hogares que reciben algo del presupuesto público”, dijo el mandatario.
Para el ejercicio presupuestario de este 2022 se aprobaron 445 mil 520 millones de pesos de los ingresos para programas sociales, por lo que a cada familia que menciona el mandatario mexicano le corresponden 14 mil 851 pesos en promedio al año. Sin embargo, no hay evidencias contundentes de que los 30 millones de hogares reciban esos recursos.
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