Para Alejandro G. Iñárritu, antes su especialidad era el cine; ahora también diserta sobre filosofía, política y psicología.
Antes su terreno era el arte; ahora también aborda la autoficción, las incoherencias humanas y la introspección.
Antes su materia primera eran la imagen y la narración; ahora también lo son las culpas, las pérdidas efectivas y el sentido del humor.
Con Bardo. Falsa crónica de unas cuantas verdades, Alejandro G. Iñárritu se presenta como un hombre que, encaminado a los 60 años, ha llegado a la socrática conclusión de que “las certezas son para mentes pequeñas; la incertidumbre es la mejor manera de pensar”.
Previo al estreno del filme, el cineasta ofreció una veintena de entrevistas en las que derrochó reflexiones y lanzó insistentemente un desafío a los espectadores: “aquí no hay nada que entender y sí mucho que sentir”.
Esta es una compilación de los conceptos del Alejandro filosófico, el Iñárritu psicoanalista, el mexicano desarraigado, el hombre con miedos y culpas, y el ser humano que comienza a cavilar sobre el fin de sus días, en sus propias palabras:
Biografía
“Yo creo que todas las biografías o autobiografías son un cúmulo de hipocresías y son una mentira, porque realmente la realidad no existe. El hecho es subjetivo, lo experimentas con tu limitado sistema nervioso, tú lo interpretas y es una mirada subjetiva, pero ese mismo evento puede ser retado por otra persona y es totalmente distinto. Entonces, apelar a la verdad de algo a mí me parece inútil”.
Comida espiritual
“La comida es muy importante. Evidentemente también la educación y la salud, pero sin cultura y sin arte, ¿de qué nos sirve la comida? ¿Quiénes somos? Nos convertimos en criaturas que dormimos, que cagamos, que tenemos las cosas básicas, pero sin contenido. Necesitamos esa comida espiritual e intelectual para poder tener sentido, si no ¿para qué luchamos? ¿Para qué hacemos las cosas?”
Certezas
“El mundo está como está por las certezas. La certidumbre es propia de la mente pequeña, del que no tiene espacio para darle cabida a la transformación, de que algo esté vivo y vaya viendo lo que sucede. El dogma, algo que ‘es como es y yo digo que es así y así será’, eso mata cualquier cosa porque el mundo es impermanente, la transformación de todo es constante y no abrir espacio a ese cuestionamiento, que es la ciencia, que es el arte, ese tipo de ideología política, religiosa, se manifiesta a través de esa certidumbre y esa obstinación. Eso es absolutamente lo que reduce al mundo, a la gente, con una mentalidad de este tamaño que cree que está en lo correcto, y hay una fricción, no hay espacio para la realidad, que es transformativa todo el tiempo”.
Corporativismo
“Hoy en día las corporaciones globales tienen mucho más dinero que países enteros y una sola persona es dueña de alguna manera de la vida de millones de personas y es capaz de comprar un territorio. Lo verdaderamente insólito es que hay miles de personas que estarían felices de perder su nacionalidad y pertenecer a una corporación”.
Democracia
“El gran reto de la democracia —que es el mejor invento hasta ahora, pero es totalmente imperfecto— es que se ha convertido en un concurso de popularidad, yno necesariamente la popularidad es sabia; la popularidad se puede comprar con presencia, con marketing, con manipulación. Entonces el problema de la democracia es que gente como Donald Trump puede llegar al poder”.
Desaparecidos
“Esta película nace de una profunda tristeza, ansiedad, incertidumbre y miedo de que haya más de 130 mil desaparecidos en plena democracia en un país como México y que se ha normalizado, y que no hay un gran escándalo y sobre todo una cruzada para llegar al fondo, a la causa de esto. Me sorprende que no sea una prioridad todos los días, no solamente del gobierno, sino de la sociedad, de los empresarios, es una tarea de todos”.
Dislocamiento
“La película es una forma de poder liberarme de cosas que me venía cuestionando y al mismo tiempo compartir un sentimiento que lo llevan millones de mexicanos que están fuera de México viviendo la misma situación, más allá del éxito o fracaso de la aventura, el dislocamiento de la identidad, la cultura híbrida, la nacionalidad fracturada, es una cosa muy difícil de poder expresar, pero eso nos conecta mucho a los mexicanos que estamos allá, para mí era importante poner un orden a nivel emocional”.
Dogmatismo
“Si nos aferramos a posiciones dogmáticas, sin la posibilidad de ver el otro lado, que siempre existe, y es lo que es la belleza de la vida, en el momento que cerramos la puerta a eso, se acaba el mundo y creo que estamos, no solamente en México, sino en el mundo, viviendo eso. Ese es el obstáculo más importante que existe, la imposibilidad del diálogo, que es solamente de un lado o de otro, pero eso es inútil, no se llegará a nada más que a la frustración y a la violencia y dolor”.
Edad Media
“De los griegos, de esa cultura profunda que inventó la democracia, de esa civilización tan extraordinariamente exquisita y sofisticada que fueron los griegos, en mil años fuimos a la Edad Media, a la edad de la oscuridad. ¿Cómo sucedió eso? ¿Cómo la humanidad fue de ahí a la Edad Media? Lo que sucedió es que la ciencia se hizo a un lado, se omitieron las ciencias, o sea la verdad y la cultura, es decir, el arte. Entonces entra la religión, las creencias y la fe, de alguna forma interpretada por alguien que habla con Dios y ese Dios empieza a servir a clanes, a tribus, y entonces todos empiezan a ver conspiraciones, hay brujas, esas tienen demonios, en donde los hechos no importaban”.
Edad Media digital
“Yo lo que estoy viendo ahora es que estamos viviendo la Edad Media nuevamente a una velocidad digital, porque se están haciendo otra vez clanes, tribus digitales, en donde simplemente se alimentan de las mismas conspiraciones. El calentamiento global no existe, o sea, estamos hablando del presidente de Estados Unidos negando una verdad científica irrefutable; las vacunas están inventadas por un millonario que nos quieren envenenar; hay 10 millones de personas que creen que el planeta Tierra es plano. Cuando vemos esto te das cuenta de que estamos cayendo en la Edad Media digital, la oscuridad, a velocidad digital es mucho más peligroso”.
Oscurantismo
“A la Edad Media, al oscurantismo, se llega si se desprecia la ciencia y la cultura, la libertad y la manifestación de ideas, aunque sea incómoda y provocadora. La oscuridad irrumpe cuando la cultura no se apoya, cuando se trata de manipular y de esconder, cuando se deja de promover o de financiar. Subsidiar la cultura es una necesidad”.
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Éxito
“El éxito es una bola de humo, puede ser engañoso. Se nos ha enseñado que es un lugar al que debemos llegar, que es una categoría que obtenemos a partir de cierta calificación, a partir de que tienes un título. Nos han dicho que es un lugar al que llegas y te resuelve la vida, y en realidad te das cuenta que no, simplemente es un proceso en el camino, es una estación más, es un momento más en el largo camino que es la vida. Mi padre tenía una frase: ‘el éxito pruébalo, haz unos buches y escúpelo, porque si no te envenena’. Lo que debemos reflexionar es ¿qué me costo ese éxito? ¿Estuve con la gente que quise? ¿Qué prioridades di? ¿Qué fue lo importante? Al éxito hay que cuestionarlo”.
Ficción
“Lo que creo que pasa es que cuando trabajas con la ficción, la ficción revela lo que la realidad está escondiendo. Todas estas imágenes, tanto las memorias colectivas de nuestro país hasta las cosas más personales e íntimas de mi familia,son esta construcción que navega entre la realidad y la ficción para poder yo entender lo que es mi vida”.
Heridas
“Yo creo que la belleza tiene su origen solamente en las heridas. Las heridas creo que son las grandes maestras, las cosas que nos enseñan, y esta película la hice desde ahí. Se vale reírte de lo que en un momento fue horroroso”.
Humor
“El humor es una cosa muy seria, el humor nos ayuda a revelar y nos permite sanar, nos ayuda a ver las heridas y poder confrontarlas y no salir huyendo de ellas o reaccionar ante ellas sino observarlas”.
Incertidumbre
“Yo creo que la incertidumbre es la mejor manera de pensar. La certidumbre es para el tonto, alguien que está certero sobre algo, el dogmático, ‘yo tengo la razón’. Eso habla de una mentalidad con un marco muy pequeño, donde no deja entrar el cuestionamiento, creo que cuestionarnos es súper sano”.
Memoria
“La memoria va cambiando. Un recuerdo conforme van pasando los años se puede ir disolviendo, se puede ir modificando, depende de cómo hemos evolucionado y en qué lugar estemos.Es verdad, la memoria no es confiable”.
Mentira
“Todo es una ficción. Nuestras vidas son una ficción. Mi propia vida es una ficción. Nuestras vidas son una serie de eventos individuales que la percibimos, y vamos hilvanando momentos y construimos una narrativa de ‘yo soy fulano de tal, me dedico a tal actividad’. Las naciones son una cantidad de eventos que han sucedido a lo largo de cientos de años en donde todos y cada uno de estos eventos se van acomodando, y vamos coreando una narrativa conveniente que nos dan identidad, sentido de pertenencia, poder colectivo, pero si tú entras al corazón de cada una de estas partes, estamos construidos de mitos, mentiras y conveniencias”.
Mexicanismo
“Cuando sales del país tienen oportunidad de separarte de los hechos, de la emoción y tienes una perspectiva distinta, hay una mayor claridad y una distancia. Si un americano critica a México, le cortas la cabeza; yo no soporto que alguien hable mal de México en el extranjero, lo defiendo como si fuera niño héroe. No hay mejor mexicano que el mexicano que se va fuera de México, porque las ausencias se te acumulan, el país se te hace presente y lo extrañas todos los días, la nostalgia y la melancolía te desbordan. Pero también si alguien empieza a elogiar a México, también le puedes dar una cátedra de por qué México está mal y todas las deficiencias y todas nuestras deudas”.
México
“Veo un México muy necesitado de unir, con una necesidad de escuchar, una necesidad de conversar, de no fracturar sino poder encontrar la mexicanidad en la complejidad, en la contradicción, en la diferencia, en la diversidad, pero lo que vivimos hoy es lo contrario. Vivimos un momento donde desafortunadamente los seres humanos creíamos que estábamos subordinados a nuestra razón, pero creo que somos seres profundamente emocionales, la mayoría de nuestras decisiones están subordinadas a la emoción y la emoción puede oscurecer, puede afectar la realidad, una visión emocional de algo hace que algo que es evidente, táctil, inclusive pueda ser negado por una emoción o una certidumbre ideológica, religiosa o política”.
Muerte
“Pensar en la muerte es poner las cosas en paz.Yo creo que el ejercicio de imaginarse esa última migración, la muerte de una persona, es un ejercicio sano, porque se caen solitas las cosas que no son prioritarias; contarte la historia desde el último hasta el principio también es un ejercicio interesante que vale la pena. Nadie nos educa a ser viejos, nadie nos educa para morir, y esa evasión sobre ese momento que es como tabú, me parece de una pobreza y de una reducción y de una cobardía y de una estupidez brutal. Creo que así como alguien te enseña a vivir, alguien te debería enseñar a morir”.
Patria
“La patria es mi familia, porque no importa dónde estés, yo me puedo integrar a cualquier cultura a cualquier lugar, he vivido en muchos lados del mundo, en Japón, en Marruecos; hemos sido una familia gitana y me integro, pero eso implica una desintegración. La patria son los afectos profundos y cercanos”.
Popularidad
“La democracia fue concebida de cierta forma y para ciertas circunstancias, pero no ha evolucionado para atender lo que la sociedad necesita, para que la democracia esté dentro de un marco de una sabiduría y no nada más sea la popularidad de un personaje, y hay unos riesgos enormes en el mundo entero”.
Realidad
“La realidad no existe, creo que reclamar que existe una sola verdad, eso es la necedad.Yo creo que el verdadero reto de la vida es que cada uno de los seres humanos posee un ángulo diferente a un mismo hecho”.
Acerca de Bardo
Estos son algunos datos de Bardo: Falsa crónica de unas cuantas verdades y su director Alejandro G. Iñárritu:
Se estrenó en septiembre en el Festival Internacional de Cine de Venecia, con muy buenas críticas.
El 27 de octubre llegó a los cines.
Esta película significó un cambio de estrategia de Netflix, al presentarla siete semanas antes en salas de cine, y hasta el 16 de diciembre en su plataforma.
Siete años tardó González Iñárritu en presentar una nueva película, después de El renacido de 2015.
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