La tarde de este lunes fueron asesinadas Yessenia Mollinedo Falconi, directora y dueña del periódico Veraz, y Johana García Olvera, camarógrafa del mismo medio digital, con presencia en el sur de Veracruz.
En este momento se desconocen las razones de este doble crimen, pero de tratarse un ataque motivado por su trabajo periodístico, serían ya 11 los homicidios ocurridos este año en México con la intención de acallar periodistas por informar. Significaría que cada 264 horas, en lo que va de este 2022, ha sido asesinado un periodista.
La Alianza de Medios MX publicó un desplegado en el que expuso que “a menos de una semana de elevar la voz por el asesinato del periodista sinaloense Luis Enrique Ramírez, hoy lamentamos el crimen de las comunicadores Yesenia Mollinedo, directora del portal El Veraz, y la reportera Johana García, atacadas a balazos en la colonia Cerro Alto entre los límites de Cosoleacaque y Minatitlán, en Veracruz. Con esto la cifra negra de comunicadores asciende a 11 en lo que va del año, lo que es inaceptable en un país que presume contar con un Estado de derecho fuerte. El ataque directo a nuestras compañeras debe ser investigado con seriedad y sus responsables, materiales e intelectuales, procesados por la justicia. No puede reinar la impunidad ni en este ni en ningún otro caso”.
En esta región al sur de Veracruz han ocurrido en los últimos años ataques a funcionarios y exfuncionarios locales, mujeres y jóvenes.
La entidad es la más mortífera para la prensa en México, pues más de 31 periodistas han sido asesinados desde el año 2000 a la fecha, de acuerdo con la organización Artículo 19.
Uno de los reporteros de la zona aseguró que Yessenia Mollinedo tenía miedo porque al parecer era víctima de una extorsión, sin que precisara cuál era el origen y el motivo.
Poco después del crimen comenzaron a circular versiones por parte de reporteros veracruzanos que había sido localizada droga en el vehículo de las dos informadoras. Sin que alguna autoridad lo confirmara o negara. Sin embargo, es precisamente en Veracruz, en donde los últimos 15 años, en cada crimen de un periodista se difunde información desacreditándolo, al vincular su ataque con hechos al margen de la libertad de expresión.
Por lo pronto, el gobernador Cuitláhuac García lamentó el doble crimen y declaró que “se ha activado ya un operativo coordinado de búsqueda de los responsables”.
Por su parte, la fiscal general en la entidad, Verónica Hernández Giadáns, ha asegurado “que no habrá impunidad” y que “se agotarán todas las líneas de investigación, incluida su actividad periodística”. Aunque es esta fiscalía la que mantiene en impunidad los más de 30 crímenes cometidos en el territorio veracruzano.
