“Los analfabetos del siglo XXI no serán aquellos que no sepan leer y escribir, sino aquellos que no sepan aprender, desaprender y reaprender”.
Alvin Toffler
De acuerdo a datos emitidos por la Organización Mundial de la Salud, contrario a lo que podría pensarse actualmente el número de personas de 60 años o más supera al de niños menores de cinco años; este dato aunado al rápido crecimiento de las telecomunicaciones y las tecnologías de la información plantea cuestionamientos significativos entre ellos: ¿qué papel desempeñarán éstas en un envejecimiento de calidad?
Tal ha sido la necesidad de repensar la forma en que los adultos mayores se relacionan con la tecnología que la Organización de las Naciones Unidas este 17 de mayo, Día Mundial de las Comunicaciones, estableció como punto principal la importancia de su papel en el envejecimiento saludable, mencionando además su ayuda combatir la discriminación por motivos de edad en el trabajo y garantizar la inclusión financiera de las personas mayores.
Aunque es cierto que en ámbitos como el médico, el social y el farmacéutico ha aumentado el grado de sensibilización, el área tecnológica ha visto con pasividad el envejecimiento; sin embargo, las transformaciones originadas por la pandemia aceleraron procesos, reinventaron modelos y formularon escenarios en donde los adultos mayores nos han recordado que continuar aprendiendo y adaptándose son dos habilidades fundamentales en un mundo cada vez más globalizado y caracterizado por la constante urgencia de cambios.
Para apps, plataformas y el mundo digital las personas de más de 50 años se han convertido en un mercado con millones de clientes potenciales y en donde poca o nula exploración se ha tenido, por lo que las bondades en cuanto a implantaciones de acciones son bastante amplias.
Algunas empresas han comenzado a incrementar sus pautas comerciales donde se puede ver a personas de la tercera edad haciendo compras, realizando videollamadas o poniendo música. Incluso el año pasado a través de un experimento realizado por un programa español, se le pidió a varias personas de más de 70 años que interactuaran con un dispositivo de voz; el vídeo no solo es entretenido sino que además es conmovedor, pues abre el debate para una situación que se ha pasado por alto: la sensación de compañía que pueden brindar estos aparatos.
Y es que un envejecimiento digno no solo se trata de un acceso a hospitales y medicinas, o a una pensión de calidad, sino que de acuerdo a datos de la Encuesta Nacional sobre el Envejecimiento Saludable 2021, emitida por la Universidad de Michigan un tercio de las personas mayores experimentan soledad o falta de compañía y otro tercio sintió que no tenían suficiente contacto social con los demás.
La digitalización ha abierto las puertas a soluciones que antes no creíamos posibles, se han creado dispositivos para que las personas con demencia sepan dónde se encuentran, gracias a la tecnología se establecen alarmas, recordatorios y temporizadores que ayudan en cierta medida a recuperar la independencia de quienes viven solos, a facilitar la comunicación con familiares o con instituciones de seguridad e incluso encender y apagar luces u otros dispositivos, lo que sin duda hace más sencilla la vida.
No podemos negar que la tecnología puede resultar un ámbito de difícil entendimiento para los adultos mayores, sin embargo, esto no los predispone y muchos se han convertido en excelentes alumnos de sus hijos, nietos e incluso autodidactas, por lo que hoy eliminar muchas de las barreras es cuestión, solo, de trabajo en equipo.
*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política, Religión y Educación.
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