“Eres responsable de todo lo que publiques, ya que cada publicación será un reflejo de ti”.
Germany Kent
Muy pocas personas dimensionaron el impacto de las redes sociales en el mundo, se han convertido en noticiarios, espacios de debate, sistemas que organizan colectas, convocan a marchas, dirigen búsquedas de personas y animales, pero, sobre todo, son un importante semillero para ideas revolucionarias y nuevas estrategias de comunicación.
Actualmente un amplio porcentaje de adolescentes y adultos comparten o reciben información a través de ellas, de acuerdo a datos del informe Digital 2022 de la agencia creativa We Are Social y Hootsuite, hay 4 mil 620 millones de usuarios de redes sociales en todo el mundo, lo que representa un crecimiento de más del 10% con respecto al año pasado.
Y es que la visibilidad que se alcanza, aunado a la forma vertiginosa en la que se transmite el mensaje, pero, además, la aparente cercanía que se genera entre el político y el votante han hecho que estas plataformas tengan un impacto fundamental en las campañas políticas y la imagen pública.
El expresidente Barack Obama, fue uno de los políticos que encontraron en el ciberespacio un aliado y un interlocutor potente, que no solo catapultó su campaña, lo llevó a obtener la presidencia de los Estados Unidos.
En nuestro país ejemplo de ello es el actual Gobernador de Nuevo León, Samuel García, quien junto a su esposa Mariana Hernández desarrollaron una de las campañas más interesantes de los últimos años, la cual no solo logró que el en ese entonces candidato pasará del último lugar en las preferencia al triunfador indiscutible, sino que además, impulsó todo un movimiento a nivel nacional, que hizo que el partido al que pertenecen los tomara como referencia para intentar emular su triunfo en algunas otras entidades.
Las redes sociales también pueden convertirse en enemigos severos, en mayo pasado la canción “Mi bebito fiu fiu” parodió el escándalo político derivado de una supuesta relación extramarital entre el expresidente de Perú Martín Vizcarra y la excandidata al Congreso Zully Pinchi. La letra fue inspirada en una secuencia de mensajes de WhatsApp; el fenómeno social fue tan fuerte que hizo a que el autor la retirara aludiendo que “no imaginó la incomodidad y el fuerte contexto político que había provocado”.
Los votantes quieren historias de vida, personas con las cuales sentirse identificados y proyectos alcanzables que hagan frente a problemas reales; ya no están a la espera de mensajes repetidos en los cuales se hace alusión a supuestos valores políticos, a propuestas que en muchas ocasiones se han convertido solo en slogan, o bien a fotografías que se ven artificiales y ensayadas.
De forma sorpresiva, las redes sociales permiten un seguimiento del día a día de las y los candidatos, y de sus relaciones laborales y personales; lo que a su vez hace que se construya una reputación, que a la hora de asistir a las urnas, cuenta mucho más que cualquier propuesta.
Con el paso de los años es cada vez más común observar que incluso los medios tradicionales dedican parte de su espacio para analizar de lo que se habla en las redes sociales, por lo que las estrategias tradicionales de campañas electorales, han comenzado a quedar obsoletas y hoy los especialistas en comunicación, imagen, marketing y los community managers, necesitan actualizar constantemente sus herramientas y paradójicamente, darle un voto de confianza a las campañas digitales, ya que serán éstas las que definan el futuro de muchas y muchos políticos en los siguientes años.
*Analista en temas de seguridad, justicia, política, religión y educación.
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