“El poder para crear un futuro mejor está contenido en el momento presente: Creas un buen futuro creando un buen presente”.
Eckhart Tolle
En lo personal, escribir no solo se ha traducido en un acto casi catártico, sino que además me brinda la oportunidad de observar desde otro ángulo la manera en la que conocemos e interactuamos con los eventos que determinan los giros políticos, sociales, y económicos, que hacen la historia.
Este 2021, continuó, desafortunadamente, siendo complejo. Pese a las restricciones y las medidas impuestas este 11 de marzo se cumplió un año del reconocimiento como pandemia de la enfermedad causada por el virus SARS-CoV-2, por parte de la Organización Mundial de Salud. La cual no solo ha causado serios estragos en el sector salud, sino que además ha presentado situaciones difíciles, como la pérdida de empleos, el incremento en las desigualdades, la violencia de género y el aumento en la brecha digital, solo por mencionar quizá las más evidentes.
Históricamente, este año trajo consigo imágenes que serán complicadas de olvidar; será difícil dejar atrás la violencia con que se irrumpió en el Capitolio a principios de enero, cuando el enojo, la destrucción y la ira fueron utilizadas por el ex presidente Donald Trump para evitar que el Colegio Electoral de las elecciones presidenciales de 2020 certificara como ganador al en ese momento aún candidato Joe Biden.
Pese a ser acusado de “incitación a la insurrección”, el 45° presidente de los Estados Unidos en sus últimas 72 horas y contra toda imparcialidad, emitió más de 70 indultos, así como conmutaciones de condenas donde además se incluyó a su ex asesor Steve Bannon. Si bien es cierto que el mandato de Trump siempre será recordado por su inestabilidad, sus últimas acciones dejaron ver mucho de lo malo que puede suceder si el poder no cuenta contrapesos.
Las continuas protestas sociales como las de Colombia y Myanmar, mantuvieron presente en la agenda mediática el malestar de una sociedad que exige mayor equidad, igualdad, pero sobre todo reformas estructurales a las políticas establecidas hasta el momento. Las marchas continuamente han sido objeto de represiones por parte de las instancias de seguridad, lo que debe impulsarnos a cuestionar si estamos cayendo en una especie de terrorismo por parte del Estado y de ser así, encontrar la forma de erradicarlo.
En nuestro país la situación tampoco ha sido sencilla, también distintas manifestaciones, temas políticos y situaciones sociales han hecho que el año sea desafiante; además de esto hay que mencionar que casi a mediados del año, colapsó la estructura de la línea 12 del metro de la Ciudad de México, lo que provocó que dos vagones se desplomaran dejando más de 20 muertos y alrededor de 80 heridos, generando así un aumentó en la tensión y el malestar social.
No podemos negar que llevamos dos años complicados, 2020 y 2021 estuvieron llenos de altibajos y retos, poniendo a prueba nuestra resiliencia, compasión y responsabilidad, pero además enfrentándonos a miedos profundos como el fallecimiento de amigos, familiares y seres queridos, a la disminución considerable de salud o bien la pérdida del empleo o de bienes materiales, que, aunque si bien son sustituibles traen consigo historias de esfuerzo y dedicación difíciles de pasar por alto.
Por lo anterior y ante la imperiosa necesidad de esperanza, es que nos es casi imposible no tener fe en el siguiente año; hoy quizá más que nunca es necesario ver el futuro como una oportunidad imperdible, como una posibilidad de cambiar aquello que hemos hecho mal.
Es necesario que reflexionemos sobre distintos rubros ¿Qué cambios deben ser radicales?, ¿cuáles deben implementarse de forma inmediata?, ¿cómo podemos brindarles mejores y mayores oportunidades a las siguientes generaciones? pero, también se debe enfocar la vista hacia aquello que hemos hecho mal, ¿cómo contrarrestar el cambio climático?, ¿por qué hemos dejado de lado valores importantes como la responsabilidad, la solidaridad y el respeto? Ya no podemos continuar actuando bajo la misma línea que hasta ahora, hay que replantearnos nuestra realidad y se requiere no tardar más.
¡Feliz y próspero año nuevo 2022!
*Analista en temas de Seguridad, Justicia, Política y Educación. *Si deseas recibir mis columnas en tu correo electrónico, te puedes suscribir a mi lista en el siguiente vínculo: https://eepurl.com/Ufj3n