Pandemia, un repunte

2 de Diciembre de 2024

Simón Vargas
Simón Vargas

Pandemia, un repunte

simon vargas

“Estoy preparado para lo peor, pero espero lo mejor.” Benjamín Disraeli

Muchos conocemos la historia de Pandora, quien se convirtió según la mitología griega en la primera mujer en la tierra, la cual recibió de cada uno de los dioses un don, y de Zeus una caja fabricada en el cielo, que al abrir liberó todos los males que aquejan a la humanidad, dejando en el fondo uno de los deseos más poderosos; creándose así con el tiempo el famoso refrán que afirma que la esperanza es lo último que muere.

Es indiscutible que, desde marzo del 2020, la humanidad ha puesto su confianza en que la conclusión de la pandemia llegue lo más pronto posible, y este año no fue la excepción. Terminamos el 2021 con la esperanza de que el 2022 la pandemia perdiera fuerza, sin embargo, no ha sido así.

El año pasado la creación, producción y aplicación de vacunas nos dio una renovada fe en la disminución de contagios. La situación aún es complicada, ya que de acuerdo a datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la cual lanzó la Estrategia para Lograr la Vacunación Mundial contra la COVID-19 para mediados de 2022 se afirma que para que el 70% de la población mundial quede inmunizada se requieren al menos 11,000 millones de dosis de vacunas. A finales de septiembre se habían administrado ya poco más de 6,000 millones en todo el mundo y con una producción mundial de vacunas de casi 1,500 millones por mes, desde una perspectiva de suministro hay suficientes vacunas para alcanzar las metas mundiales, siempre que se distribuyan de forma equitativa.

Minimizar los casos no solo exige del compromiso de gobiernos e instituciones, sino el de la sociedad en general, ya que el número de personas que se niegan a atender dicho proceso, oponiéndose incluso al uso de vacunas, podría incrementarse; como es el caso del famoso tenista Serbio, Novak Djokovic, de quien aún no se ha definido su situación en cuanto a su participación en uno de los eventos más importantes de esta categoría: el abierto de Australia.

La pandemia nos ha mostrado desigualdades y brechas que con el paso de los días se hacen cada vez más evidentes, y aunque no podemos negar que el anhelo de dejar de lado el miedo constante es más fuerte que nunca, paradójicamente, también lo ha sido el repunte.

Como todos los virus, el SARS-CoV-2, con el transcurrir del tiempo y el contacto con diversos escenarios ha mutado, permitiendo cambios en algunas de sus propiedades como sería, de acuerdo a la OMS, su facilidad de propagación, la gravedad de la enfermedad, la eficacia de las vacunas, los medicamentos para el tratamiento, los medios de diagnóstico u otras medidas de salud pública y social.

Es así que esta carrera contra el tiempo parece no darnos tregua, de acuerdo al instituto mencionado anteriormente, desde su aparición se tiene registro de cinco variantes preocupantes (Alpha, Beta, Gamma, Delta y Ómicron) y dos variantes de interés (Lambda y Mu).

Desafortunadamente, mientras millones de personas recibieron el 2022 entre sonrisas, fuegos artificiales y sidra, otros miles comenzaron a infectarse de forma acelerada, la última variante, Ómicron; se ha convertido en la más contagiosa, aunque también hasta el momento en la menos mortal.

Después de casi dos años de pandemia, la velocidad con la que se ha dispersado el Ómicron no tiene precedentes; incluso de acuerdo a expertos, aún es temprano para que el final de la ola se encuentre cercana. Por si lo anterior fuera poco, de continuar las cifras como hasta ahora, se cree que entre las siguientes seis u ocho semanas, la mitad del continente Europeo se contagiará de dicha variante, situación en la que también parece encontrarse México.

Confiamos en investigadores, especialistas, enfermeras y personal médico, esperamos que la sociedad sea cada vez más resiliente, tenemos fe en que el trabajo coordinado nos permitirá hacerle frente las veces que sea necesario a las variantes y a la pandemia, porque, sí, la esperanza es lo que muere al último.