“Vivimos en un mundo donde todas las guerras comenzarán como ciberguerras ... Es la combinación de piratería y campañas de desinformación masivas y bien coordinadas”. Jared Cohen
Desde hace décadas el tema se ha convertido en un rubro de suma importancia para gobiernos e instituciones públicas y privadas, sin embargo, a raíz de la pandemia originada por el virus SARS-CoV-2 el mundo digital se tornó de forma vertiginosa en un espacio para el desarrollo de las empresas; si no se trasladaron de forma orgánica y con rapidez hacia el ciberespacio la posibilidad de desaparecer aumentaba radicalmente.
Actualmente, la regulación de internet es un reto enorme debido a su carácter internacional y a la globalización, pero desde principios de los años 90 la necesidad de hacer frente a los ataques cibernéticos se ha convertido en tema de discusión; lo que a su vez se basa en muchas ocasiones en la falta de conocimiento del ciberespacio, la creencia de la poca necesidad de expertos en el tema, las escazas medidas de seguridad, donde el uso de la tecnología y el abuso de usuarios mermaba en la economía y sociedad.
La Agencia de Seguridad Cibernética e Infraestructura (CISA, por sus siglas en inglés), perteneciente al Departamento de Seguridad Nacional (DHS) advierte que: “Los actos de guerra cibernética, ciberterrorismo y cibercrimen amenazan la integridad del mundo virtual, que alberga muchos de los sistemas financieros, de comunicaciones, de información y de seguridad más esenciales de los países […]
Es indiscutible que los ciberataques se están convirtiendo en una tendencia atemorizante y creciente, su peligrosidad reside en que cada vez son más populares los que se dirigen a los sistemas de control industrial, donde las verdaderas amenazas son en los sectores energético y eléctrico.
Como ejemplo de lo anterior, el año pasado fue uno de los más críticos en cuanto a ataques se refiere, en mayo, la mayor red de oleoductos de Estados Unidos propiedad de la empresa Colonial Pipeline quedó paralizada por un ataque, lo que impidió la distribución de gasolina, diésel y combustible para aviones,situación que a su vez obligó al FBI y al Departamento de Energía y el Departamento de Transporte de Estados Unidos a tomar cierto control sobre la situación.
Circunstancia similar sucedió con la compañía de tecnología informática Kaseya lo que ocasionó que alrededor de 200 empresas se vieran afectadas por un ramsowere que detuvo sus operaciones. Desafortunadamente dicha situación se ha convertido en una de las noticias más comunes hoy en día.
Así mismo, en agosto del 2021 mediante un video difundido en redes sociales se dio a conocer el momento en que una prisión iraní es hackeada, y aunque pareciera una imagen sacada de una película de ciencia ficción, lo que queda claro es la manera en la que los hackers cada vez se vuelven más profesionales, arriesgados y peligrosos.
Nuestro país no se queda lejos de dichos escenarios, de acuerdo a información emitida por FortiGuard Labs, organización de investigación e inteligencia de amenazas de Fortinet, durante 2020 México fue el país latinoamericano que más intentos de ataques recibió (156 mil millones), seguido de Brasil (88.5 mil millones), Perú (11.5 mil millones) y Colombia (11.2 mil millones).
Un amplio porcentaje de los ataques tiene mucho que ver con el incremento de la cantidad de personas conectadas a sus trabajos de forma remota, incluso muchos ataques fueron a través de la ejecución y acceso vía remoto a dispositivos IoT, cámaras y micrófonos.
Pero además de ello también hay que mencionar que los hábitos del comportamiento en internet han cambiado, lo cual no solo no debe perderse de vista, sino que tiene que analizarse con mayor profundidad para evitar filtraciones y errores que vulneren la seguridad; de acuerdo a datos de la Asociación Mexicana de Venta Onlineel valor del eCommerce en 2020 fue de 316 mil millones de pesos, un crecimiento del 81% en comparación con el 2019, pero además, dato importante es que alrededor del 43% de la población oscila en edades de los 18 a los 35 años; y dentro de las mayores inseguridades en línea se encuentra el 80% con miedo a un fraude y al 74% no le da confianza dar los datos bancarios, por lo que el desarrollo rápido traerá consigo un mayor interés en el mercado por parte de los hackers.
El tema es amplio y además debe abordarse desde distintos ángulos, tomando siempre en cuenta a los consumidores, vendedores, analistas de seguridad, expertos en el tema y por su puesto instituciones gubernamentales, porque hoy y en un futuro la ciberseguridad será una pieza medular para cada uno de nosotros.