“El problema de la explosión poblacional es todavía más grave que el de la explosión atómica, y nos lleva a ella”.
Albert Einstein
Hace poco más de seis décadas, las mujeres tenían en promedio entre cuatro y cinco hijos a lo largo de su vida, y es probable que muchos de nosotros recordemos familias numerosas; sin embargo, en la actualidad nos encontramos en un punto sustancial y quizá frente a una paradoja, de acuerdo a datos del estudio Estimaciones mundiales de fecundidad, mortalidad, esperanza de vida saludable publicado en la revista médica británica The Lancent por un grupo de científicos de la Universidad de Washington, se estima que la caída en los índices de fertilidad significa que casi todos los países podrían ver sus poblaciones reducidas para fines de siglo.
Según dicho análisis una de las mayores preocupaciones radica en la pirámide de edad invertida, es decir que, el número de niños menores de 5 años caerá de 681 millones contemplados en 2017 a 401 millones en 2100 y la cantidad de personas mayores de 80 años subirá de 141 millones a 886 millones.
Pero por otro lado, a pesar de que desde hace algunos años, por razones económicas, sociales, sexuales, psicológicas y por su puesto ambientales la tasa de natalidad ha disminuido de forma constante; actualmente la población continúa creciendo de forma significativa.
En información presentada por la Organización de las Naciones Unidas, se espera que la población mundial aumente de 7,900 millones actuales a 9,700 millones en 2050, antes de alcanzar un máximo de casi 11,000 millones a finales de siglo; este crecimiento tan drástico se ha producido en gran medida por el aumento del número de personas que sobreviven hasta llegar a la edad reproductiva y ha venido acompañado de grandes cambios en las tasas de fecundidad.
Con respecto a este aumento poblacional cuatro rubros impactan de forma contundente en su estudio: 1) el crecimiento de la población joven, 2) el incremento de las personas mayores de 65, 3) los movimientos migratorios y 4) el futuro de la urbanización.
Es así que de acuerdo al Informe Perspectivas de la Población Mundial 2022, en muchas partes del mundo los jóvenes entre 15 y 24 años constituyen un importante segmento en edad de trabajar, lo que, en África Subsahariana, Asia y de América Latina y el Caribe se podría traducir en una importante oportunidad para acelerar el crecimiento económico.
Muchos países sobre todo gran parte del continente europeo se enfrentarán a una población mayor, por lo que una de las áreas de estudio debe enfocarse en tomar medidas para adaptar los programas públicos, la sostenibilidad de los sistemas de seguridad social y las pensiones, además de establecer sistemas universales de asistencia sanitaria.
Por otro lado, la migración, tema por demás sensible se prevé crucial para algunos países, tanto que se podría recurrir a ella para aumentar el número de su población y compensar de esta forma la caída en la tasa de fecundidad; convirtiéndose así en una necesidad y quizá no más en una opción.
La sobrepoblación trae consigo consecuencias relevantes como: la degradación del medio ambiente, el desempleo, la pobreza, y el agotamiento de recursos naturales, entre los que se encuentran algunos vitales y que son finitos, como la arena, el fósforo, el helio y por supuesto el agua.
Los desafíos con respecto al tema son amplios, debe entenderse desde múltiples áreas, pero sobre todo, debe abordarse ampliamente con las generaciones jóvenes, hablar sobre una sexualidad y reproducción responsable es muy importante no solo para la humanidad sino para el mundo.
*Analista en temas de seguridad, justicia, política, religión y educación.
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