“Cada niño debería tener en sus vidas un adulto que se preocupe por ellos. Y no siempre es un padre biológico o un miembro de la familia. Puede ser un amigo o un vecino. A menudo es un maestro“.
Joe Manchin III
Es probable que para nuestro país, los médicos, sacerdotes y las y los educadores sean algunas de las profesiones más respetadas, en ellos encontramos guía, consejo y escucha empática. El cine y la literatura han basado en los profesores grandes obras, y es que, aunque en ocasiones el reconocimiento es escaso se debe admitir que son ellos quienes a través de su vocación y acompañamiento nos acercan a desarrollar nuestro mayor potencial.
Ayer se celebró el día mundial de los docentes, esta fecha conmemora a uno de los profesionales más valiosos para el mundo entero, bien lo afirma la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura: “Es un momento para celebrar cómo las y los docentes están transformando la educación, para reflexionar sobre el apoyo que necesitan, y para repensar el camino que queda por delante con respecto a la profesión a nivel mundial”.
A pesar de los esfuerzos, como lo he mencionado en otras columnas, la docencia a raíz de la pandemia se ha enfrentado a serios desafíos. Es probable que los más notorios hayan sido los que abarcan temas tecnológicos, muchos con tal de que sus alumnos no perdieran clases destinaron espacios de su hogar para ser convertidos en aulas y decidieron navegar, con escaso o nulo conocimiento, pero con el corazón por delante, en un espacio cibernético que incluía programas nuevos, aplicaciones en otros idiomas y páginas web difíciles de comprender; dándole así un cambio a la manera en la que se había diseñado la educación.
De acuerdo a datos del Banco Mundial, entre los principales retos para las instituciones educativas se encuentran: la pérdida de tiempo en la enseñanza, el ausentismo y la escasez de maestros de calidad; es por ello que a través de su informe Profesores excelentes: Cómo mejorar el aprendizaje en América Latina y el Caribe se menciona que para formar cuerpos docentes de alta calidad, deben seguirse tres pasos —reclutar, desarrollar y motivar mejores profesores—, y pone a disposición una importante cantidad de experiencias dentro y fuera de la región que pueden orientar el diseño de mejores políticas.
Se necesita, que los sistemas de apoyo a los maestros se centren en mejorar lo que está sucediendo en el aula, pero, no se debe perder de vista que los maestros tienen que estar comprometidos y tener las habilidades adecuadas, así como las oportunidades de desarrollo profesional correctas.
A pesar de la importancia de esta profesión aún alrededor del mundo continúa siendo infravalorada y con una remuneración inadecuada. Nuestro país aún se enfrenta a este problema, ya que de acuerdo a datos del Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO) en su informe de 2022 menciona que las carreras de formación docente en niveles básicos, didáctica y pedagogía están entre las 10 peores pagadas del país.
Es probable que todos, o la gran mayoría, recordemos con un especial afecto a algún docente que nos escuchó en el momento preciso, que nos orientó para no cometer errores, que descubrió en nosotros aquel talento que ahora nos permite seguir creciendo, pero que además nos enseñó no solo de matemáticas, historia o literatura sino sobre lecciones que con el correr de los años nos han ayudado a enfrentar y superar la vida misma; por lo que no solo hoy sino día con día se debe continuar trabajando arduamente en su reconocimiento.
¡Felicidades a los docentes!
*Analista en temas de seguridad, justicia, política, religión y educación.
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