El Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), así como las secretarías de Salud, Economía y Bienestar son las dependencias federales con más demoras en acudir al “taller” para corregir fallas, debilidades o amenazas identificadas en sus programas.
El Informe de Seguimiento a los Aspectos Susceptibles de Mejora de los Programas y Acciones Federales de Desarrollo Social 2021-2022, elaborado por el Coneval, señala que el IMSS, encabezado por Zoé Robledo, es la institución con más rezagos, pues sólo ha solventado tres de 11 observaciones, lo que arroja una corrección de 27 por ciento.
Siete de los Aspectos Susceptibles de Mejora (ASM) que no han sido atendidos por el IMSS atañen al programa Prevención y Control de Enfermedades, tres al programa IMSS-Bienestar y uno a Atención a la Salud.
El segundo lugar de incumplimiento lo tiene la Secretaría de Economía, a cargo de Tatiana Clouthier, con 29% de atención a las fallas y debilidades identificadas por el Consejo Nacional de Evaluación a la Política de Desarrollo Social (Coneval).
De siete ASM, Economía sólo ha atendido dos. Las omisiones corresponden a los programas Generación y Difusión de Información para el Consumidor, a Protección de los Derechos de los Consumidores y a Apoyo Financiero a Microempresas Familiares.
En la tercera posición está la Secretaría de Bienestar, encabezada por Ariadna Montiel, con un nivel de atención de 42%, pues de 12 puntos para perfeccionar, sólo ha solventado cinco.
Los programas con aspectos sin atender son Microcréditos para el Bienestar, Articulación de Políticas Integrales de Juventud y Servicios a Grupos con Necesidades Especiales.
Respecto a la Secretaría de Salud, cuyo titular es Jorge Alcocer, ésta se ubica en el cuarto lugar de incumplimiento con 68% de atención a los aspectos mejorables, ya que de 41 observaciones sólo ha solventado 28.
Los mayores pendientes se localizan en los programas de Medicamentos Gratuitos, Vigilancia Epidemiológica, Investigación y Desarrollo Tecnológico en Salud y Programas de Vacunación.
“Si bien la cultura de la evaluación y del monitoreo ha progresado significativamente en los últimos años, el Coneval ha identificado que aún existen áreas de oportunidad y retos para hacer de las evaluaciones elementos fundamentales en el análisis del desempeño y mejora de los programas y las acciones de desarrollo social que, en última instancia, buscan mejorar la calidad de vida de la población”, concluye el informe.