Una semana después de que estallara en México la trama del avión venezolano-iraní señalado por vínculos con el terrorismo, motivo por el cual fue retenido en Argentina, la Fiscalía argentina determinó imputar por posibles conexiones con grupos respaldados por Irán al piloto y la tripulación de la aeronave, quienes permanecían bajo detención desde el pasado 14 de junio.
La investigación judicial que se abrió desde el pasado 12 de junio tiene como propósito determinar si el Boeing 747, que lleva más de dos semanas detenido en Argentina, voló con fines comerciales a este país o si hay detrás un hecho ligado al terrorismo.
De acuerdo con la agencia AP, la fiscal encargada del caso Cecilia Incardona, derivado de las investigaciones en contra del piloto Ghasemi Gholamreza y de los tripulantes del avión se determinó “la necesidad de proseguir la investigación”, ampliando la indagatoria a la carga y la misma aeronave para prevenir y sancionar hechos de terrorismo.
ejecentral reveló el pasado 14 de junio que el avión registró una ruta extraña, pues de acuerdo con la plataforma FlightAware la aeronave salió el 4 de junio de la Isla Providencia, en Colombia, para llegar a Villahermosa, Tabasco.
Un día después la aeronave voló hacia Querétaro, posteriormente partió hacia Venezuela y luego a Ezeiza, Argentina, en donde fue detectado luego de que no se le permitiera el acceso a Uruguay.
Sobre la tripulación, se sabe que viajaban a bordo 19 personas, 14 de ellas de origen venezolano y cinco más de nacionalidad iraní, de quienes las autoridades argentinas han confirmado que no existen órdenes de captura en su contra.
Tras el inicio de las investigaciones, una de las primeras medidas de prueba establecidas por el juez y la fiscal fue la solicitud a organismos como el FBI de informar sobre datos o investigaciones que tuvieran relación alguna con alguno de los 19 tripulantes del avión venezolano.
El FBI confirmó que el piloto Gholamreza Ghasemi tiene relación estrecha con la empresa Far Air Oeshm, que se encuentra ligada a la Guardia Revolucionaria Iraní.
Los otros 18 tripulantes permanecen retenidos en un hotel cerca del aeropuerto internacional de Ezeiza, con la prohibición de salir del país y con sus pertenencias incautadas de manera precautoria.
Cronología de los hechos
Un avión Boeing 747 de carga, de la empresa venezolana Emtrasur llegó a Argentina procedente de México, con un lote de autopartes.
El carguero aterrizó en el aeropuerto mexicano el 4 de junio alrededor de las 06:30 y, tras aprovisionarse de combustible y cargar “mercancía industrial”, partió de Querétaro el 5 de junio a las 18:37 horas. De acuerdo a Un funcionario de dicho estado, el avión cumplió con todos los requisitos y protocolos necesarios para su operación en México.
Salió de México con el conocimiento de la Agencia Federal de Aviación Civil, el Instituto Nacional de Migración, autoridades aduaneras y la administración del aeropuerto.
El 8 de junio, dos días después de haber llegado a Argentina, trató de entrar a territorio uruguayo, pero se le negó el ingreso.
El motivo del rechazo fue la sospecha del número de personas a bordo de la tripulación, de acuerdo a información proporcionada por el ministro del Interior de Paraguay, pues un Boeing “No necesita tantas personas a cargo”. La Dirección de Migraciones de Argentina retuvo los pasaportes de la tripulación después de que Uruguay le negara el ingreso a su país.
El 12 de junio, el juez federal de Lomas de Zamora, Federico Villena, abrió una investigación judicial, pidiendo al día siguiente extender la incautación de los pasaportes de los cinco tripulantes iraníes que se había llevado a cabo por un total de 72 horas más. La sospecha principal para las autoridades argentinas eran las razones de su presencia en Buenos Aires.
A las autoridades argentinas les resultó de interés el nombre del piloto, Gholamreza Ghasemi, pese a que ninguno de los tripulantes ha sido marcado por la Interpol. El avión se encuentra detenido en el aeropuerto internacional de Ezeiza. RM
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