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Confirmado. Las filas de hasta 24 horas que padecieron los habitantes para comprar gasolina en las primeras semanas de enero fue generada por el menor volumen importado en el primer mes del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Lo registros internos de la empresa productiva del Estado, entregados a ejecentral vía transparencia, ponen en evidencia que en diciembre se importaron, en promedio diario, 125.6 millones de litros, el nivel más bajo de 2018.
Aunque el gobierno federal negó que hayan recortado las importaciones, como lo publicó en su momento el diario The Wall Street Journal con base en una estimación de la consultora ClipperData, ahora los datos entregados a este periódico por parte de Pemex Tri, confirman que sí compró menos combustible a Estados Unidos, país que abastece 93 de cada 100 litros consumidos.
Los restantes siete litros que se consumieron en México se importaron de Canadá, Francia, Japón, Corea, China y Países Bajos. Si bien, la participación es reducida, nuestro país pagó un sobreprecio de 33.7% en las compras canadienses, respecto a la cotización de Estados Unidos.
Hasta el suelo
Las compras mensuales de Pemex muestran que en diciembre la importación de los combustibles fue la cuarta adquisición mínima de todo el año, sólo superada por las registradas en abril, septiembre y junio. Esto, contrario a la estacionalidad en el consumo de gasolina en México, pues las celebraciones de fin de año generan mayor consumo. Incluso, previo a que iniciara el programa de combate al robo de gasolina, los integrantes de la Organización Nacional de Expendedores de Petróleo (Onexpo) esperaban un incremento hasta 15% en sus ventas.
El pronóstico no se cumplió. El cierre de ductos de Pemex y la distribución del combustible en camiones-cisterna generó una crisis de abasto en Aguascalientes, estado de México, Guanajuato, Hidalgo, Jalisco, Michoacán, Querétaro, Tamaulipas y la Ciudad de México, gobernada por Morena, y el resto por la oposición.
Esa parálisis de movilidad tuvo un impacto negativo en la economía. El pasado 13 de febrero, el banco de inversión Credit Suisse publicó una encuesta en la que ocho de cada 10 inversionistas ubicados en el extranjero estiman que el desabasto de gasolina impactó hasta 0.49% al Producto Interno Bruto (PIB).
Made in gasolina
En diciembre, según los datos de la empresa productiva subsidiaria Pemex Tri, los combustibles importados de Estados Unidos se pagaron en 45.66 centavos de dólar por litro, y a pesar de que hay una diferencia muy considerable entre cuatro mil 450 kilómetros de distancia entre México y Canadá y los 13 mil 400 kilómetros de distancia con China, el gigante asiático ofreció un mejor precio.
Con todo y el costo de transportar el combustible 12 días por barco, al cierre de 2018, China vendió los carburantes en 46.07 centavos de dólar el litro. Eso fue 0.3% más respecto la cotización de la Unión Americana.
En tanto, el combustible canadiense que sólo necesita recorrer cuatro días en barco (a una velocidad de 25 nudos o poco más de 46 kilómetros por hora), para llegar a los puntos de entrada de México —es decir una tercera parte de la distancia de China—, se vendió en 61.06 centavos de dólar por litro.
En diciembre, ese precio fue 33.7% más elevado en comparación al de Estados Unidos, proveedor de 93.4% de la gasolina que se consume en México.
Ese diferencial, explicó a ejecentral el consultor privado en energía, Ramsés Pech, se debe a que la oferta de buques para transportar el combustible en Canadá es limitada; a diferencia de China que tiene a firmas como China Ocean Shipping (Cosco), una de las mayores navieras.
Estados Unidos produce casi 12 millones de barriles de gasolina y exporta cerca de un millón de barriles; y podría abastecer toda la necesidad de gasolinas en México sin que se construya una nueva refinería en Dos Bocas, Tabasco, dice el experto.
Derivado de los reducidos márgenes operativos de la refinación, de entre 10 y 40 centavos de dólar por galón, según la Administración de Información Energética (EIA, por sus siglas en inglés), es que algunos expertos ven poco rentable esa inversión. Hay países que cuentan ya con una ventaja técnica en la refinación de combustibles, como es el caso de Malasia, Antillas Holandesas, Bahamas, Singapur e Islas Vírgenes, que venden gasolina a México.
Tan sólo en 2018, México importó 28 mil 685 millones de dólares, cifra con récord histórico. Ese monto es 65% superior a lo que se compró en 2015 o 120% mayor respecto a 2010 e incluso 390% más en comparación a 2005 y mil 550% más en relación a las importaciones en el 2000.
En suma, Pemex necesita readecuar su modelo de producción para que la inversión privada asuma el riesgo en una proporción de 60% y de 40% por parte del Estado, comentó Pech.
“En Estados Unidos no hay empresas del Estado en petróleo y electricidad, son empresas privadas que ya lograron la autosuficiencia en hidrocarburos y hoy se preparan para el futuro con una mayor capacidad de generación de energía eléctrica. ¿Por qué? Porque saben que en el futuro, la producción petrolera valdrá 50% del precio actual”, manifestó el especialista.