La reunión entre los presidentes Andrés Manuel López Obrador y Joe Biden se centró en los temas que, desde temprano, la Casa Blanca reafirmó como parte de su agenda prioritaria: migración, T-MEC, seguridad, cambio climático y pandemia.
Después del encuentro de trabajo, la declaración conjunta que firmaron ambos países era una copia de la hoja informativa que circuló la Casa Blanca horas antes. Aunque se habló del tema que por ahora más urge a México, el de las vacunas contra la Covid-19, pero no se llegó a algún acuerdo por el momento; y el resto de los puntos no se abordaron
en los términos que quería el mexicano.
La cooperación para el desarrollo fue lo que más tiempo ocupó en la reunión; no se habló de un programa específico, solamente de regularizar los flujos migratorios de México y Centroamérica, temas de la agenda que desde el primer día trabaja Biden.
Si bien la reunión se mostró cordial, hablando de la Virgen de Guadalupe y del expresidente Benito Juárez, y López Obrador sostuvo que “es bueno no estar lejos de Estados Unidos”, horas antes la Casa Blanca ya había fijado los términos del encuentro, cuando la vocera Jen Psaki, hizo pública la negativa de que fueran a compartir vacunas antiCovid con México, y con Alejandro Mayorkas, titular de Seguridad Nacional, quien habló de la política migratoria que interesaba a su país.
En los cinco temas fijados en la agenda por Estados Unidos y que discutieron los presidentes Joe Biden y Adrés Manuel López Obrador —pandemia, migración, T-MEC, seguridad, cambio climático— existe una fuerte presión para México de cumplir las metas fijadas en la reunión.
México buscaba poner dos temas en la mesa: vacunas y hablar sobre un programa “tipo bracero” con el que se enviaría legalmente a hasta 800 mil trabajadores mexicanos. Sin embargo, en el comunicado conjunto no se advierte que el país haya sido exitoso, sino por el contrario, le fue impuesta la agenda.
Sobre el primer tópico, previo al encuentro entre líderes, Biden corrigió la plana a la vocera de la Casa Blanca que negó que se compartirán vacunas antiCovid con México. La prensa cuestionó al mandatario y este respondió: “hablaremos de eso”, aunque en el comunicado no se advierte que Estados Unidos haya accedido. Del programa “tipo bracero” no se emitió ni una sola palabra.
La conversación entre los mandatarios tuvo un inicio cordial en el que incluso el demócrata se permitió soltar una carcajada cuando escuchó a su homólogo replicar la frase atribuida a Porfirio Díaz: “Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de los Estados Unidos”.
Ya en la reunión que duró cerca de una hora, sobre el T-MEC ambas naciones señalaron que “se reiniciará el Diálogo Económico de Alto Nivel” para fortalecer la resiliencia y que se cumpla la legislación de protección a los trabajadores. Cabe señalar que la aprobación del capítulo laboral del tratado llevó a México a reformar su Ley del Trabajo.
En el tema de seguridad, se ordenó a la Secretaría de Relaciones Exteriores y al Departamento de Estado a colaborar en el combate a la corrupción y en materia de aplicación de la ley contra el tráfico de narcóticos y armas.
En la agenda climática Estados Unidos y México difieren —porque el gobierno mexicano apuesta a combustibles fósiles y energía sucia— pero en la reunión se discutió sobre formas de trabajo conjuntas para “alcanzar un resultado exitoso en la Cumbre de Líderes sobre Cambio Climático”.