Impera la lógica “Robin Hood” en el recorte a guarderías
Las estancias creadas en el sexenio del presidente Felipe Calderón comenzaron siendo un apoyo para madres trabajadoras de bajos ingresos, pero a 12 años de su creación terminaron beneficiando a familias que no son no pobres
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La trasquilada que sufrió el presupuesto destinado al Programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras (PEI) hizo crisis la semana pasada, pero en realidad se comenzó a fraguar en agosto del año pasado, un mes después del triunfo electoral de Andrés Manuel López Obrador y un mes antes de que se instalara la LXIV Legislatura, con su aplastante mayoría morenista.
Para ese entonces, Gerardo Esquivel, asesor económico durante la campaña de López Obrador y uno de los economistas más citados en México, según Research Papers in Economics, recibió la encomienda de hacer una reingeniería del presupuesto federal con el objetivo de hallar la fórmula que permitiera, por un lado, cumplir las ofertas de campaña —financiar los apoyos económicos a grupos más desfavorecidos y dar viabilidad a las obras de infraestructura— y, por el otro, no crear nuevos impuestos ni contraer deuda.
La tarea no era fácil para Esquivel, quien por esos días era el prospecto de López Obrador para convertirse en subsecretario de Egresos, cargo en el que recae la misión de confeccionar el presupuesto.
No obstante, siempre tuvo claro que una de las principales fuentes de recursos para cumplir las promesas de López Obrador era revisar los programas sociales, pues si se compactan aquellos que están “duplicados” y se ajustaban aquellos que son “regresivos” (es decir, que no favorecen a los más pobres, sino a los que tienen mejor nivel de vida) se podrían ahorrar hasta 500 mil millones de pesos.
Esquivel ya no pudo convertirse en subsecretario de Egresos, pues en noviembre fue postulado para ser subgobernador del Banco de México, pero al secretario de Hacienda, Carlos Urzúa, le dejó el diagnóstico de los programas sobre los que pasaría la podadora.
Uno de los instrumentos más “regresivos” que identificó Esquivel fue precisamente el de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras. Y la lógica empleada fue la de Robin Hood: quitarle a los que más tienen para dárselo a los pobres.
Sin beneficiarse los pobres
De acuerdo con información proporcionada por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) a ejecentral, el programa de guarderías de la Secretaría del Bienestar (antes Sedesol) beneficia en mayor medida a las personas que sí tienen recursos. De las 300 mil madres trabajadoras y padres solos que, en números redondos, apoya el programa, sólo 7% (unos 21 mil jefes de familia) vive en pobreza extrema; 25% (75 mil personas) vive en pobreza moderada y 68% (204 mil beneficiarios) no es pobre.
Visto en términos económicos, de los cuatro mil millones de pesos que se invirtieron en 2018 en las Estancias Infantiles, 280 millones redundaron en beneficios para los pobres extremos, mil millones beneficiaron a los pobres moderados y dos mil 720 millones (dos terceras partes del recurso total) se gastaron para apoyar a personas no pobres y sin problemas de ingreso.
Es decir, el criterio para recortarle la mitad de los recursos a las guarderías del gobierno federal (al pasar de cuatro mil 70 millones 260 mil pesos, en 2018, a dos mil 41 millones 620 mil pesos, en 2019) no fue por el buen o mal desempeño del programa, sino por la lógica de no subsidiar a la población que vive por arriba de la línea de bienestar y redireccionar esos recursos a la población más pobre.
Sin embargo, para que este criterio de buscar reducir los factores de desigualdad y redistribuir el presupuesto en favor de los que menos tienen se válido, el gobierno de López Obrador deberá aplicar la misma medida en todos los programas regresivos identificados por Coneval, tales como los subsidios a la educación superior, los subsidios al empleo, los subsidios a las pensiones del IMSS y el ISSSTE, los apoyos a los adultos mayores en la Ciudad de México y los recursos a las Guarderías del IMSS. Todos ellos benefician en mayor medida a los que no son pobres.
Este último, según datos de Coneval, es el más regresivo de los casi seis mil 500 programas que existen en el país a nivel federal, estatal y municipal, pues ninguno de sus beneficiarios es pobre extremo.
Así, de los 19 mil millones de pesos que se canalizan a las Guarderías del Seguro Social, sólo 2% (380 mil millones) redundan en beneficios para pobres moderados y el restante 98% (18 mil 620 millones) va en apoyo de personas que ni son pobres ni tienen problemas de ingresos.
Esto quiere decir que las mil 363 estancias que maneja el IMSS y los más de 191 mil niños que acuden a las guarderías del instituto operan casi en absoluto para personas que no son pobres y que tendrían posibilidades de pagar una estancia con sus propios recursos.
Ola de inconformidad
El 15 de agosto de 2018, cuando Gerardo Esquivel se encontraba en plena tarea de rediseñado el presupuesto 2019, dijo que el grupo de economistas del equipo de transición estaba revisando los 150 programas sociales del gobierno federal que existen en la actualidad, ya que muchos de ellos no cumplen con los objetivos que se estipulan y no tienen bien definida la población a la que deben atender.
“Algunos programas están duplicados con otros programas estatales o municipales, a veces a nivel federal están duplicados, algunos son regresivos, ya que no van dirigidos a las personas más necesitadas, sino a grupos de personas con altos ingresos. Todo eso se va revisar, algunos se van a eliminar, otros a fusionar y de esa manera se van a liberar recursos hacia otros programas”, dijo Esquivel en una entrevista con Bloomberg.
La semana pasada, trabajadores de las Estancias Infantiles, así como activistas sociales, legisladores y defensores de los derechos de los niños, realizaron actos de protesta y criticaron la decisión del gobierno federal de recortar el presupuesto a guarderías federales.
Ante estas muestras de inconformidad, el presidente López Obrador reiteró que el recorte se mantendrá y dio a conocer que ahora las mamás o los papás recibirán directamente mil 600 pesos bimestrales, con el propósito de que ellos elijan la mejor opción para sus hijos.
De esa manera, el gobierno controlará directamente el reparto de ayudas económicas y eliminará la intermediación de organismos sociales para evitar la corrupción. “Se acaba la intermediación y vamos a hacer rendir el presupuesto en más de 30%, porque en los censos que estamos haciendo estamos encontrando que no se entregaban los fondos completos”.
El presidente dijo que los padres podrán entregar ese subsidio a sus familiares para que sean éstos los que cuiden a sus menores de cuatro años de edad, aunque dejó abierta la posibilidad para que esos recursos se paguen en las guarderías que hoy forman parte del programa federal (o en otras privadas).
¿De qué trata el programa?
Estas son las principales características del esquema de protección a infantes:
El Programa de Estancias Infantiles para Apoyar a Madres Trabajadoras (PEIAMT) busca, por medio de la atención infantil, mejorar el acceso o permanencia laboral de padres y tutores.
Tiene dos modalidades de apoyo: a) Apoyo a madres y padres solos para el pago de servicios de Estancias Infantiles por $950 mensuales por niño de 1 a tres años o $1,800 si presenta alguna discapacidad; se consideran a niñas y niños de entre 1 a 5 años de edad. b) Apoyo para operadores de servicios de cuidado infantil con un monto inicial de hasta $70 mil para adecuaciones, compra de mobiliario, pago de la Póliza de Seguro de Daños a Terceros, y para un Programa Interno de Protección Civil.