Los precios de la gasolina y el diésel no detienen su ascenso, pese a las medidas de contención que ha aplicado el gobierno federal, como son la condonación del Impuesto Especial sobre la Producción y Servicios (IEPS) y un subsidio complementario que es mayor cada semana.
Según las cifras de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), la gasolina Magna alcanzó un promedio de 21.94 pesos, la Premium de 23.86, y el diésel de 23.25 pesos el litro, en los tres casos se trata del registro más alto.
Sólo en lo que va de este año, el incremento en los combustibles es de 5.89, 5.16 y 6.21%, en el orden ya mencionado. Los aumentos en estos energéticos han estado por arriba de la inflación acumulada, contraviniendo la promesa del gobierno de que no estarían encima de dicha meta.
La Secretaría de Hacienda aplica un subsidio para la gasolina Magna de 12.51 pesos, para la Premium de 12.63 y para el diésel de 13.75 pesos por cada litro.
Esto significa que para llenar un tanque de 40 litros, según las cifras del gobierno, se pagan 877.6 pesos en lugar de mil 378 pesos por la Magna, por lo que se subsidian 500 pesos. Y en lugar de mil 459.5 de Premium del volumen mencionado, sólo se desembolsan 954.4 pesos, un ahorro de 505 pesos. Para vehículos pesados, se subsidian 550 pesos por 40 litros de diésel, y en lugar de pagar mil 480, se liquidan 930 pesos.
Cabe destacar que hay establecimientos que dan muy por arriba del precio promedio nacional. En el caso de la gasolina de bajo octanaje alcanzó un precio máximo de 24.99 pesos en un local en Hermosillo, Sonora, de la marca Windstar, lo que significa una diferencia de casi 14% sobre el promedio del país.
En Naucalpan, estado de México, la marca Shell vende en 26.79 el litro de Premium, lo que significa 12.37% arriba de la media. El límite máximo en el que se encontró al diésel fue de 24.99 pesos, 7.58% arriba del promedio.
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