La lucha en la equidad de género muestra triunfos, pero también algunas derrotas. Aún se está lejos de lograr un verdadero equilibrio en las ofertas de trabajo, las oportunidades y los salarios entre hombres y mujeres en México.
Uno de los sectores que más ha avanzado por la presión social es en los puestos del gobierno, y a pesar de que actualmente hay más mujeres que hombres en el aparato burocrático federal; en lo que va de este año los números revelan que ha sido por un mayor tijeretazo en los masculinos, y no por un incremento en las plazas para las féminas.
En el Quinto Informe de Gobierno de la administración del presidente Andrés Manuel López Obrador se puede observar que las mujeres representan 51 %, mientras que los hombres suman 49 %, al corte de junio de 2023; un avance importante en la equidad de género entre este año y 2020, cuando en ese entonces las mujeres representaban 49.4 %.
De acuerdo con cifras de 2022 que revela la gestión morenista, el total de los empleados del aparato federal ascendía a un millón 644 mil 133, de los cuales 828 mil 474 fueron ocupados por mujeres, y 815 mil 659 por hombres, lo que significó 50.4 % y 49.6 %, respetivamente. Pero para este año, a pesar de aumentar el porcentaje de mujeres, la realidad es que hubo un recorte de personal en el que destacó la reducción de hombres. La información indica que se prescindió de 134 mil 54 puestos de trabajo, de los cuales, 57 mil 859 fueron mujeres y 76 mil 195 de masculinos.
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A nivel nacional, el mercado laboral si presenta un desequilibrio importante, donde la población ocupada asciende a 58.5 millones de mexicanos, según números del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), donde las mujeres ocupan sólo 40.7 % o 23.8 millones, cuando los hombres representan 59.3 % y ascienden a 34.7 millones.
Al revisar los datos del Inegi, en el apartado de la población económicamente no activa, las mujeres alcanzan los 28 millones 564.2 mil, pero de ese número, tres millones 462.5 mil están dispuestas a integrarse al mercado laboral si surgiera la oportunidad de hacerlo; contrario a los hombres, que solo 1.5 millones estarían dispuestos, con cifras actualizadas a julio de este año.
Las cifras revelan que las mujeres, a pesar de estar dispuestas a salir a tomar un trabajo de oportunidad no lo hacen de manera activa ante los compromisos que tienen en casa como el del cuidado de la familia –por el que no reciben un salario– pero reconocen la necesidad de aumentar los ingresos del hogar ante la carestía de las mercancías y servicios.
Salud, salarios y otras injusticias
El mercado laboral al parecer es cruel con las mujeres que deben lidiar con trabajos en condiciones más precarias y en su mayoría en la informalidad, ya que en la última Encuesta de Ocupación y Empleo (ENOE) a julio pasado, las que se encuentran en condiciones desfavorables y que no cuentan con alguna prestación, ya sea aguinaldo, seguridad social, vacaciones o alguna que exija la ley, son el 56.8 % de su población ocupada o 13.8 millones de las que tienen un empleo.
Esto a pesar de poderse concebir dentro de una organización formal, pero que no le otorga ninguna garantía, únicamente el pago de sus servicios, por lo que deben lidiar con gastos sorpresivos como los de salud, principalmente, lo que las mantiene en los rubros de pobreza por ingresos.
De esos casi 14 millones de mujeres que están en la informalidad laboral, 7.3 millones están en el sector informal, es decir, en negocios o empresas que operan fuera del marco de la ley.
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El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), en su último informe de la medición de la pobreza en México, reveló que la brecha salarial entre hombres y mujeres se incrementó, ya que para las féminas el salario en promedio subió un 5.0 %, mientras que para los varones fue de 5.7 %, de 2022 a 2023.
A pesar de los incrementos al salario que se ha dado recientemente acordados por las autoridades, y los sectores empresariales y de trabajadores, las mujeres no han tenido la suerte de cubrir el llamado salario mínimo, ya que el Coneval revela que el ingreso laboral promedio de ellas es de cinco mil 935.87 pesos, 4.6 % menor al salario base en México mensual, pero de 21.1 % menor a lo que perciben en promedio los hombres.
Pero la situación se agudiza si sólo se mide la informalidad, ya que la percepción mensual en este rubro gris de la economía promedió cuatro mil 784.79 pesos.
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