El huracán Michael mató a una persona y destruyó casas hasta los cimientos en el noroeste de Florida, una zona balnearia en el Golfo de México donde la tormenta tocó tierra el miércoles de tarde con vientos de 250 Km/hora. Hay “una fatalidad relacionada con el huracán”, dijo Olivia Smith, funcionaria del condado de Gadsden.
Michael se ha rebajado a categoría uno sobre cinco, según el Centro Nacional de Huracanes, y está a punto de convertirse en tormenta tropical, aunque ganará fuerza de nuevo tras salir al océano Atlántico a última hora del jueves.
Antes, cruzará Georgia, las dos Carolinas y Virginia, castigando un área arrasada por las fuertes lluvias hace menos de un mes del huracán Florence. Michael es un ciclón seco, pero arrastra vientos de hasta 90 millas por hora. Aterrizó a mediodía en Panama City (Florida) con categoría cuatro y vientos de 150 millas por hora, y la marejada ciclónica que provoca aún se siente en la costa de ese estado, con inundaciones de hasta cinco pies de altura.
El huracán se encuentra ahora a 20 millas de Albany (Georgia) se mueve hacia el noroeste a 17 millas por hora, aunque se acelerará en las próximas horas al tiempo que se va debilitando. Hasta el momento ha causado al menos un muerto.
Según las autoridades, Michael ha sido la tormenta más poderosa en golpear este estado del sureste estadounidense en más de una década. El ojo de Michael tocó tierra firme cerca de Mexico Beach, un poblado a unos 30 Km al sureste de Panama City, cerca de las 17H00 GMT como un huracán de categoría 4 en el máximo de 5 en la escala Saffir-Simpson, informó el Centro Nacional de Huracanes. Fotos y videos de Mexico Beach, una comunidad de unos mil habitantes, mostraban escenas de devastación absoluta. Las casas parecían flotar en medio de calles inundadas, algunas totalmente destruidas tras haber perdido el techo. “Mi casa en Mexico Beach está bajo el agua”, dijo Loren Beltrán, una contadora de 38 años, luego de haber visto imágenes de su vecindario. “Perdí todo lo material, pero gracias a Dios estamos bien”. Ella y su hijo de 3 años se refugiaron en otra casa en Panama City, donde el panorama no era, sin embargo, mucho más alentador. [gallery ids="915430,915445,915431,915442,915441,915440,915432,915448,915450"] Panama City parecía un escenario de guerra después de haber sido azotada por más de tres horas con fuertes vientos y una intensa lluvia que caía horizontalmente. Las calles eran intransitables y había contenedores, antenas, techos, árboles y semáforos desperdigados por todas partes. “Se oían bien feo los vientos, como un gran monstruo de televisión”, dijo Beltrán a la AFP. La casa donde se refugió de la tormenta estaba parcialmente destruida por los árboles que la rodeaban y que cayeron con el viento. Uno de ellos rompió una ventana y ahora ocupa un cuarto, donde el agua entra e inunda la vivienda. El gobernador de Florida, Rick Scott, escribió en Twitter que “la respuesta está llegando”. “Nuestros enormes esfuerzos de recuperación siguen creciendo. Estamos listos con agentes de la ley, equipos médicos, voluntarios, comida, agua, electricistas y más”, añadió. Horas antes, Scott había dicho que el huracán sería “la tormenta más destructiva que azota el ‘panhandle’ de Florida en un siglo”. El “panhandle” es como se conoce en inglés esta lengua de tierra en la costa del Golfo de México. Al informar al presidente Donald Trump en la Casa Blanca, el jefe de la agencia federal de emergencias FEMA, Brock Long, dijo que Michael es el huracán más intenso que azota el área desde 1851. Unos 380 mil clientes estaban sin electricidad en la región noroeste, de acuerdo a un boletín de la agencia de emergencias de Florida, SERT, de las 18H00 locales. Yanim Marialice, de 28 años, quedó sin electricidad en su hogar, pero ella y su marido decidieron no abandonar su casa frente a la playa en Destin, 65 Km al oeste de Panama Beach. “Podemos escuchar que hay cosas volando y que golpean el techo”, contó a la AFP. “No puedo ver más allá de mi estacionamiento porque tantas cosas volando pueden golpear a alguien”. “Estoy un poco preocupada de que haya un tornado”, añadió.
Un huracán histórico, las autoridades temen lo peor
“Desafortunadamente, esta es una situación histórica, increíblemente peligrosa y de riesgo de vida”, dijo Ken Graham, director del NHC. “Será increíblemente catastrófico”. El general Terrence O’Shaughnessy, comandante del Comando de Defensa Aeroespacial de Norteamérica, dijo que la rapidez con que se formó y creció la tormenta tomó a los residentes con la guardia baja. “Comenzó como tormenta tropical, luego aumentó a categoría 1, después 2 y cuando menos lo esperábamos, era un huracán de categoría 4", dijo O’Shaughnessy. “Esto se vuelve un factor en la evacuación de las poblaciones locales”, añadió. “No hemos visto la robusta respuesta de parte de la población civil que normalmente vemos en otras tormentas”. Cerca de cuatro horas después de que el huracán tocara tierra, el ojo de Michael abandonaba el “panhandle” de Florida y se acercaba al sureste de Alabama y el suroeste de Georgia, indicó el NHC. Añadió que Michael había bajado a categoría 3, con vientos de 205 Km/hora –menos fuertes pero aún peligrosos. “Michael debería debilitarse a medida que cruce el sureste de Estados Unidos a lo largo del jueves”, dijo el NHC. Se estima que unas 375 mil personas de más de 20 condados recibieron órdenes de evacuación, obligatoria o voluntaria. FEMA tiene más de 3 mil personas en el terreno, mientras el gobernador Scott dijo que había activado a 3 mil 500 guardias nacionales. En los estados de Georgia y Alabama se emitieron declaraciones de emergencia. Se espera que luego Michael golpee zonas de Carolina del Norte y del Sur, ya golpeadas por el huracán Florence hace un mes. El año pasado, una serie de huracanes catastróficos azotó el Atlántico occidental. Los más arrasadores fueron Harvey en Texas, Irma en el Caribe y Florida, y María, que azotó el Caribe y dejó casi 3 mil muertos en el territorio estadounidense de Puerto Rico. La temporada de huracanes del Atlántico termina el 30 de noviembre.(Con información de AFP) NM