En un abrir y cerrar de ojos, el huracán Otis se intensificó ayer, transformándose en un lapso de nueve horas de una tormenta tropical en uno de los sistemas más amenazantes que Guerrero ha enfrentado en años. La Comisión Nacional del Agua (Conagua) ha confirmado que este ciclón ha desatado vientos, lluvias y oleajes peligrosos en el estado.
La magnitud del huracán obligó a tomar medidas drásticas: las clases han sido suspendidas, los trámites gubernamentales se han detenido y se mantiene una vigilancia constante sobre el avance del huracán hacia el interior del país, afectando principalmente los estados de Oaxaca, Michoacán, Estado de México, Morelos, Puebla y Tlaxcala.
Ante esta situación crítica, el presidente Andrés Manuel López Obrador tomó el mando y anunció el envío de ayuda a la zona afectada. Asimismo, anunció que se dirigiría a Acapulco, Guerrero, para supervisar personalmente los trabajos de emergencia y evaluar los daños causados por Otis. “Vamos para allá ahora, eso es lo que les puedo decir”, afirmó el mandatario durante su conferencia mañanera.
Por ello, pasado el mediodía, el mandatario salió de Palacio Nacional en una de sus camionetas; sin embargo, al corte de esta edición el Presidente aún no llegaba a Acapulco.
Las imágenes desde Guerrero pintan un panorama desolador: calles llenas de escombros, árboles derribados y habitantes desorientados. La Costera Miguel Alemán, zona con la mayor actividad turística, quedó como zona de desastre.
Los estragos del huracán también han afectado las comunicaciones, interrumpiendo la operación de 27 sensores del Sistema de Alerta Sísmica Mexicano en las regiones costeras de Michoacán, Guerrero y Oaxaca.
En esta situación de emergencia, se ha activado el Plan DN-III desde ayer, desplegando marinos y estableciendo albergues para los afectados. Además, las brigadas del Ejército y la Marina se han movilizado rápidamente para restablecer las comunicaciones y brindar apoyo a las comunidades más afectadas.
El huracán Otis, que en un momento alcanzó la categoría 5, se ha degradado a tormenta tropical sobre Guerrero; no obstante, se espera que continúe causando estragos, con precipitaciones que podrían ser considerables.
Esta situación ha llevado a la habilitación de 37 albergues en los alrededores de Acapulco y al envío urgente de despensas y agua para las personas afectadas.
La respuesta a esta tragedia natural no se limita al ámbito local. La Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC) de la Ciudad de México ha enviado equipos y vehículos especiales del Agrupamiento Guerreros y del Escuadrón de Rescate y Urgencias Médicas (ERUM) para respaldar a los ciudadanos de Acapulco. Además, la Comisión Federal de Electricidad ha desplegado plantas de luz móviles para proporcionar energía en las áreas afectadas.
El pronóstico indica que Otis podría dirigirse hacia Michoacán, aunque ya como tormenta tropical. La situación es dinámica y requiere una atención constante, con más lluvias esperadas durante el día.
Devastación. El huracán Otis provocó bloqueo de carreteras y cortes al suministro de electricidad.
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