Huele a gas en la cuatroté
Hasta el despacho del Presidente llegaron dos tarjetas informativas sobre supuestos actos de corrupción. La primera, del senador Gabriel García Hernández, de quien dijo se haría cargo su hijo; la segunda, de Mario Delgado, de él no dijo nada
Al despacho del presidente Andrés Manuel López Obrador han llegado dos tarjetas informativas sobre supuestos actos de corrupción de dos de sus cercanos, con la petición de que sean investigados.
Uno es el senador Gabriel García Hernández, por años estratega electoral que cayó de la gracia de don Andrés hace algún tiempo, a quien se le señala de, presuntamente, servir de gestor de un grupo de empresarios para obtener beneficios del gobierno.
El otro es el líder de Morena, Mario Delgado, quien ha llamado la atención, dicen los que saben, por las renovaciones millonarias en lo que identifican como su casa de descanso de fin de semana.
En el primer caso, don Andrés dijo que el tema lo vería uno de sus hijos, y del segundo, no dijo nada.