La Secretaría de Marina (Semar) autorizó a Hornbeck Offshore México el abanderamiento de su embarcación número dieciséis, el 12 de marzo en puerto Progreso, pese a que la empresa violó el artículo 40 de la Ley de Navegación y Comercio Marítimos al simular un esquema corporativo mayoritariamente nacional para prestar el servicio de cabotaje en México, actividad exclusiva de empresas mexicanas.
Desde esa fecha la embarcación de nombre Renaissance, opera servicios de transportación de combustible entre los puertos de Progreso, Yucatán y Seybaplaya, Campeche, en el Golfo de México. La más reciente operación del barco, con número de identificación 9647667 y fabricado en 2013, la realizó el 9 de abril de este año.
Hornbeck Offshore Services, controladora de la subsidiaria en México, solicitó el 31 de marzo acogerse al capítulo 11 de quiebras en el sur de Texas para tratar de encontrar un acuerdo con sus acreedores, de acuerdo con la solicitud enviada a la Comisión de Bolsa y Valores en Estados Unidos (SEC por sus siglas en inglés).
De acuerdo con analistas del sector esta situación afectará a Hornbeck Offshore México, de no lograr resolverse la grave situación financiera por la que atraviesa la controladora en Estados Unidos. Casi el 40 por ciento de los productores de petróleo y proveedores de servicios como Hornbeck enfrentarán crisis económica este año si los precios del petróleo no alcanzan los 30 dólares por barril promedio.
Hasta ahora la empresa norteamericana no ha presentado sus resultados financieros del cuarto trimestre y anuales, y notificó a la SEC que no ha podido hacerlo pues no ha concluido las pláticas que tiene con sus acreedores para tratar de reestructurar los préstamos que tiene vigentes y cuya fecha límite es el próximo 20 de abril.
Los problemas de Hornbeck Offshore Services se agudizaron porque sus clientes han sufrido la baja de los precios del petróleo desde 2014 y han reducido los presupuestos para los servicios de transportación de combustibles. A esto se le sumó la orden de las autoridades norteamericanas que obligaron a la mayoría de sus trabajadores a quedarse en casa por el COVID-19.
En México la compañía tiene 15 años de operación y llegó a ser considerada como una de las empresas líderes de buques en servicios offshore de nueva generación, principalmente en el Golfo de México y América Latina.
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