Honduras elige este domingo un nuevo presidente, en unos comicios marcados por la corrupción y el narcotráfico que tocan hasta las más altas esferas de poder, situación que lo ha convertido en el país que más migrantes expulsa hacia México en su intento por llegar a Estados Unidos.
“Los hondureños no migran, huyen de las atrocidades”, afirma Celia Medrano, experta en relaciones internacionales e investigadora del fenómeno migratorio en Centroamérica.
“Las familias hondureñas se enfrentan a la disyuntiva de huir del país o quedarse a la espera de que la delincuencia mate o coopte a sus hijos”, señala la experta salvadoreña en entrevista con ejecentral.
De acuerdo con el último reporte de la Comisión Mexicana de Ayuda a Refugiados (Comar), Honduras ocupa el primer lugar desde 2019 en solicitudes de asilo; sólo en lo que va del año, 31 mil 894 hondureños han pedido el estatus de refugiado, una cifra nunca antes vista desde que se tiene registro.
A punto de dejar el poder, Juan Orlando Hernández fue señalado en un tribunal en Estados Unidos, donde su hermano cumple cadena perpetua por narcotráfico, de ser cómplice de ese delito, cargo que rechaza.
Quien lo suceda deberá luchar contra la pobreza que afecta a más de la mitad de los 10 millones de habitantes, y que obliga a muchos jóvenes a migrar irregularmente a Estados Unidos en busca de empleo.
Para Celia Medrano, consultora en derechos humanos, Honduras no es un Estado fallido, sino que se ha convertido en un país híbrido donde persisten las instituciones democráticas, pero la gobernanza es compartida con organizaciones del crimen organizado.
Dicha situación, de acuerdo con la experta, es la que propicia los elevados niveles de inseguridad e impunidad que orillan a los hondureños a salir con sus familias a desafiar los riesgos que implica la migración. “O toman la decisión de salir o se quedan esperando a que los maten”, añade.
El Partido Nacional (PN, derecha), en el poder desde 2010, espera seguir al frente del gobierno, ahora a través de su candidato, el actual alcalde de Tegucigalpa, Nasry Asfura.
Su principal contendiente es Xiomara Castro, del partido Libertad y Refundación (Libre, izquierda). Podría ser la primera mujer en gobernar Honduras. Es esposa de Manuel Zelaya, presidente derrocado en 2009 por girar a la izquierda y aliarse con el chavismo.