La responsabilidad de un secretario técnico del gabinete federal es considerada sensible, porque asiste a la mayoría de las reuniones del Presidente y lleva el control de la agenda temática; coordina el informe de indicadores del gobierno de manera diaria, mensual o semestral; da seguimiento a los acuerdos y es el vínculo con las instituciones, por lo que tiene a su disposición información actualizada y de primer nivel.
Ese es el papel de Carlos Gastón Torres Rosas, quien se presentó hoy en la mañanera para dar el informe sobre indicadores económicos y de seguridad, pero sólo ofreció información vaga, desactualizada y datos falsos o difíciles de comprobar.
Torres Rosas es también coordinador general de Programas del Bienestar, jefe de los súper delegados de las entidades (lo que le otorga poder político) y es encargado de dar seguimiento y evaluar los programas estratégicos del gobierno federal, así que su acceso a información es basta. Y está tan cerca del Presidente, que el pasado 6 de enero en la mañanera dijo de él que “no es secretario, pero como si lo fuera”. Ese funcionario hoy mostró su improvisación.
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Al referirse al récord de un millón de empleaos creados en un año durante la pandemia, superando los indicadores previos a la Covid, Torres Rosas señaló que “febrero fue el mes con más empleos creados en toda la historia con 178 mil 867"; sin embargo, no es así, el mayor número fue en octubre de 2020 con 200 mil 641 plazas agregadas a la formalidad, según cifras del IMSS.
En su presentación repitió indicadores de su informe anterior, como el salario mínimo y la explicación de que en 20 años no había sufrido un aumento real y que en lo que va de este gobierno refleja un 71% de incremento.
Presumió el incremento en las remesas de enero, las cuales no dependen de la economía del país sino de factores externos. Expuso que hay un aumento en el precio de la mezcla mexicana de petróleo, el cual no se ha reflejado en el precio real de las gasolinas para los consumidores mexicanos, y dijo que se mantiene por debajo de la inflación, cuando lo señalado por instancias de gobierno como la Profeco e Inegi, muestran lo contrario.
También evidenció divergencias en los datos de seguridad al mostrar la incidencia de delitos federales, y aseguró que se redujo, pero basándose en una estimación, y ningún informe lo respalda.
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