En medio del estruendo y la virulencia generados por el Poder Ejecutivo, es de agradecerse la sobriedad y la pertinencia de la ministra presidente de la SCJN.
Dijo ayer: “El 8 de marzo es día de marcha, (porque) reclamamos, legítimamente, un alto a las violencias que impiden a las niñas, adolescentes y adultas mayores vivir en paz, por eso hoy iniciaremos una escucha permanente y progresiva, de forma prioritaria, a mujeres en situaciones diversas de vulnerabilidad acrecentada”.
Al conmemorar el Día Internacional de la Mujer, sugirió que el sistema de justicia en México tiene una deuda histórica con las víctimas de la violencia, por lo que este día toca callar al Poder Judicial para escuchar las voces de las mujeres que reclaman justicia. “Sólo escuchando contaremos con evidencia clara que nos permita atender los principales problemas que enfrentamos las mujeres para acceder a la justicia en México. Este es mi compromiso, este es el compromiso del Poder Judicial Federal”.
La abogada compartió que ella también, como cada año, marcha con las mujeres, pero lo hace en silencio, desde la trinchera del Poder Judicial Federal, desde donde es posible e impostergable detener, de una vez por todas, la discriminación y las violencias por razón de género. “Hoy, una vez más, nos reunimos para exigir: “¡Ni una más!”
En contraste y a propósito de la presión que está queriendo ejercer el presidente AMLO a la Suprema Corte de Justicia el día de ayer en vez de dedicarse a la solidaridad con las mujeres y lanzar un mensaje contundente y de preocupación por la violencia que ese género ha sufrido en años recientes, el Presidente se lanzó a denunciar a la Corte y al Consejo de la Judicatura por tener fideicomisos que aseguran su operación y buen desempeño, por más de 20.5 mil millones de pesos, que sirven para mantener su infraestructura, atender emergencias y prever contingencias inherentes a su operación.
Sólo, dijo él, porque hay mucha gente que no lo sabe y deben saberlo, como si fuera pecado y latrocinio conservar recursos para enfrentar el futuro, así no más.
Y, ya que estamos en estas, transcribo el mensaje de un intachable académico sobre su experiencia en el examen aplicado a los postulantes del INE.
“Estos dos días han sido muy complejos debido a una agenda inusualmente complicada de conferencias pero, donde lo más destacado, fue la presentación del examen INE y posteriormente, por las tardes-noches mis clases en mi institución académica, a dónde, por cierto, me hicieron llegar los resultados del examen.
“Lo acontecido en la Cámara de Diputados fue TERRIBLE y en atención al muy amable seguimiento de todos ustedes me siento obligado, junto con mi agradecimiento, a hacerles algunas muy breves consideraciones que pueden ser de su interés:
“1) El examen INE, realizado con el sistema de cómputo de la Cámara de Diputados, aprovechando las tabletas que usan los legisladores en sus curules, cómo saben, fue la herramienta utilizada. Los resultados pudieron darse —como lo esperábamos— al instante que cada postulante finalizase el examen (como pasa en todos los exámenes de ese tipo de opción múltiple) en este caso, ‘inexplicablemente’ NO fue así y tardaron más de un día, sólo hasta muy tarde del día siguiente, en emitir una lista sin ningún sustento.
“2) Solicitar imprimir una copia o que enviaran los resultados a un correo, era una petición inatendible por lo que nadie —absolutamente nadie— tiene su examen que prueben los resultados obtenidos. ¡Todo es cuestión de FE y creer lo que ellos te dicen! Pero nadie, nadie, tiene su examen.
“3) Desde días antes se venía avisando, por diversos medios, que el primer lugar lo obtendría Bertha Alcalde —funcionaria de Cofepris y hermana de la secretaria del Trabajo— y una serie de nombres de personas —sin ningún conocimiento en materia electoral— pero a fines al actual gobierno.
“Soy totalmente contrario a las ‘teorías de conspiración’, pues no creo en ellas y pedí esperar a ver si se confirmaba tan ‘inverosímil lista de ganadores’. Posteriormente tal aviso y pronóstico se confirmó plenamente y sin ningún asomo de decoro o pudor.
“4) Algo muy revelador: un grupo de aspirantes y amigos nos reunimos posteriormente al examen; todos en conjunto hicimos una objetiva valoración. Nuestra opinión fue que el examen fue técnico y que sólo podía ser contestado, con calidad, por quienes estuviesen involucrados y con experiencia en los institutos electorales o dedicados al estudio e investigación de temas electorales. Todos reprobaron el examen o no obtuvieron la calificación necesaria.
“Acepto que yo puedo ser subjetivamente optimista, pero en un grupo donde están especialistas que tampoco lograron el puntaje salvo los familiares de la 4T hace pensar.
“Por cierto, mi extrañeza aumenta porque yo fui, en 2020, el primer lugar en el examen, les aseguro enfáticamente que la calificación que publicaron NO es mi calificación. Se robarán el INE sin duda”. Nada menos, pero nada más también.
