Origen y Destino

2 de Enero de 2025

Miguel González Compeán
Miguel González Compeán

Origen y Destino

Es imposible desligar las consultas comerciales (a propósito de la política energética del gobierno mexicano), que Estados Unidos y Canadá solicitaron a nuestro gobierno, de la renuncia de Tatiana Clouthier el día de hoy. El puesto le quedaba a la exlegisladora, como anillo al dedo. Norteña, criada en el liberalismo económico con consciencia social, con fuertes dosis políticas y democráticas traídas de familia y alerta de lo que significan las relaciones de México con sus vecinos del norte.

En sus declaraciones de los últimos meses, reconocía implícitamente, que el presidente leía mal el T-Mec. El capítulo sobre la defensa de la soberanía respecto de los recursos naturales en materia petrolera y de generación de energía, son la base misma de la contradicción en la que el presidente incurre una y otra vez con tozuda ignorancia. Es decir, precisamente porque México posee la soberanía sobra ambos recursos y puede imprimir políticas que como nación decida, son la base para que, en el capítulo de inversión, nuestro país puede comprometerse a no discriminar en la inversión, competencia y comercialización de dichos recursos.

El embajador Seade, se ha dicho mil veces, engañó al presidente y le vendió que con ese capítulo podría hacer lo que quisiera en materia energética. La realidad es que puede hacer lo que quiera, menos tratar de manera desigual a PEMEX y CFE de las empresas que proveen electricidad o productos petrolíferos, privadas nacionales o extranjeras. El hecho es que su ley de energía eléctrica hace precisamente eso. Le da preeminencia a CFE por encima de las demás empresas. Y, para poner las cosas peores, la SCJN no resolvió de fondo el asunto. Lo dejó en el peor de los mundos. Declara la ley constitucional, porque deja la puerta abierta a que las empresas se amparen contra el artículo que señala la preeminencia de CFE en la compra de energía eléctrica.

Imposible ganar la discusión en esos términos con los EUA o los canadienses. Tatiana lo sabía y debió haber tratado de convencer al presidente durante estos dos últimos meses. No lo logró y lo muestra el no abrazo del presidente a su excolaboradora. Nuestros vecinos han tenido la delicadeza de ampliar el tiempo de consultas y seguramente Tatiana, sencillamente tiró la toalla. ¿Para qué seguir discutiendo sobre un tema donde la persona que tiene que ceder jamás cederá?

A ello hay que sumar las condiciones en las que la exsecretaria recibió la institución. El anterior encargado, se dedicó a correr a decenas de años de experiencia acumulada durante varios sexenios en los que en esa secretaria se formaron expertos en materia comercial internacional y respecto del funcionamiento del mercado nacional.

Todo ello ha sumado, para que una más de lo razonable de la 4t, se vaya a participar de la porra, como ella ha dicho.

Es una perdida lamentable, sin duda, pues a ello se suma los pactos mediocres contra la inflación que no tendrán una voz razonable que los evalúe y los someta a un mínimo de racionalidad económica y no solamente en búsqueda de una clientela política para una causa que no se entiende a dónde va, ni para qué se plantea los problemas que tiene hoy y que se agravarán en el futuro. Nada más, pero nada menos también.

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