Ya sabemos que las obsesiones del Presidente son muchas y focalizadas. El día de ayer se volvió a brincar la ley y las medidas cautelares impuestas por el INE. Al grito de “serenos morenos” mostró dos encuestas. El propósito es demostrar que no harían nada en contra de ningún opositor porque no tienen nada de qué preocuparse electoralmente hablando.
Dijo: “Miren esta encuesta: ‘Si las elecciones para presidente fueran hoy, ¿me podría decir, por favor, por qué opción votaría?’ Morena, Verde, PT, 49 %. No lo digo yo. PAN, PRI, PRD, 19 %. Movimiento Ciudadano, 7 %. ¿Cuánta es la diferencia? 30. Esta es una encuesta de Covarrubias que apareció el lunes”.
“El martes conocí otra encuesta que salió publicada en el periódico El País, de España. No lo digo yo. ‘Si las elecciones para elegir presidente fueran el día de hoy, ¿usted por cuál partido votaría?’ Morena, preferencia bruta, 54; preferencia efectiva, 60 %. PAN, preferencia bruta, 13. Preferencia efectiva, 14".
Tras presumir la “ventaja” de su partido en las encuestas, el Presidente cuestionó a quienes sostienen que podría tener interés en dañar a los aspirantes de la oposición. “¿Por qué vamos a hacerle daño a los posibles candidatos del PAN? No somos de malas entrañas, ¿por qué tendríamos que hacerles daño? No hay ninguna razón”, dijo.
Al mismo tiempo, en el INE, los consejeros estaban emitiendo las reglas sobre las cuales los precandidatos o coordinadores deberían conducirse, con un tope de gastos de 34 millones de pesos. La ilegalidad en un INE titubeante que acepta unas precampañas indebidas y un Presidente que con el “no lo digo yo”, también se brinca la ley.
A esta contienda le queda todo un año por avanzar y los actores principales sencillamente no se quieren ceñir al cumplimiento de la legislación. El asunto preocupa, si, como es posible, la contienda es muy competida y las quejas ante los órganos jurisdiccionales se hacen interminables. Todos podrán decir que la legalidad no se respetó desde el principio.
La construcción del poder en México y en el mundo tiene reglas lo más claras posibles. Nadie quiere llegar al ejercicio del poder con manchas de ilegitimidad o duda. Nada es peor que ser cuestionado permanentemente por el derecho o la legalidad que le asiste a cualquier funcionario electo. Nada más, pero nada menos también.
Herejía
El Presidente salió “como pavorreal” a la mañanera. Ya salió la encuesta de ingreso de las familias en nuestro país, que cada dos años levanta el INEGI (ENIGH). La encuesta muestra una mejoría modesta en el coeficiente de Gini, pero una mejoría y muestra que en el decil más bajo los ingresos subieron de 8 mil 700 aproximadamente a $13 mil y en el decil más alto (los más ricos) sus ingresos cayeron 2.2 % entre 2018 y 2022.
El Presidente está como un pavorreal, pero antes de echar a volar campanas sobre el éxito de sus políticas económicas y sociales habría que echarle un ojo a esas cifras. Si uno mira otros datos igualmente interesantes, parece que, por la composición de las políticas sociales, remesas, aumento de salario y empleo, la razón por la que ha mejorado el ingreso es por el trabajo realizado, que cuenta el 70 % de ingreso de todas las familias; por remesas y por trabajos hechos, lo cual pone en duda el éxito de las políticas aplicadas por AMLO. Ni modo, otra vez asumiendo propios, triunfos que son ajenos.