Hay una ventana de oportunidad en salud mental: OPS

América es la única región del mundo donde la tasa de suicidios se incrementó con la pandemia de covid-19, una de las que tiene los más bajos presupuestos para la atención de la salud mental y donde aún priva el internamiento como principal forma de “atención” de este tipo problemas; sin embargo, la propia pandemia podría ser un factor para que la situación mejore.

“Hay mucha más visibilidad hoy para los temas de salud mental… Antes de la pandemia, la salud mental estaba como ahí, desatendida, no estaba en el centro del debate. Hoy está”, dijo esta mañana Jarbas Barbosa, director de la OPS en la presentación del Informe de la Comisión de Alto Nivel sobre Salud Mental y COVID-19 de la Organización Panamericana de la Salud.

“Tenemos que aprovechar esa mayor visibilidad para presentar propuestas concretas”, añadió Barbosa en referencia a las 10 recomendaciones estratégicas que se hacen en el informe titulado Una nueva agenda para la salud mental en las Américas y para complementar su respuesta a la pregunta de Eje Central sobre por qué, después de tantos años de bajos presupuestos y desatención, ahora la OPS cree que las cosas podrían cambiar.

Por su parte, Epsy Campbell Barr, presidenta de la Comisión de Alto Nivel y ex vicepresidenta de Costa Rica, dijo: “Yo diría que ahora va a ser diferente porque hay una demanda mucho más colectiva y un reconocimiento social que los temas de la salud mental no son sólo para los enfermos o las enfermas mentales crónicas. Cambió el entorno.

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“Segundo, porque evidentemente ya hay un impacto en el sistema de salud pública debido a la no atención de los temas de salud mental. Hay una presión mucho mayor de las consecuencias de las enfermedades, de la ansiedad y de la depresión en la propia salud física… va a haber un interés muchísimo mayor de trabajar en salud mental, porque eso previene también otro tipo de enfermedades que típicamente se han visto como crónicas, y tercero, porque hay un compromiso comunitario muchísimo mayor”.

Campbell, en la presentación del Informe, hizo un énfasis especial en las recomendaciones 8, que busca reducir las desigualdades y la violencia de género, y 9, que aborda el racismo y la discriminación racial como importantes determinantes de la salud mental; también el punto 6, sobre la prevención del suicidio recibió atención especial, sobre todo en la atención a temprana edad.

En cuanto a los presupuestos que la naciones destinan a la atención de la salud mental, la OPS, en voz de Néstor Méndez, copresidente de la Comisión y secretario general adjunto de la Organización de Estados Americanos (OEA) propone pasar del 3% del presupuesto general en salud, que es el promedio en Latinoamérica aunque en México es alrededor del 2%, al cinco por ciento.

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