Hasta un 200% en incrementos en costos de construcción

30 de Abril de 2025

Hasta un 200% en incrementos en costos de construcción

En los últimos tres años, los precios de insumos para construir, ampliar o remodelar una casa se convirtieron en un objeto de lujo

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Construir una casa se acerca cada vez más a una utopía. La razón es simple en esta administración se han encarecido, y en algunos casos de manera histórica, los materiales para la obra. Adicionalmente, la baja penetración de créditos en la población también es un factor que está convirtiendo en inalcanzable cumplir con este derecho constitucional.

En 2020, de acuerdo con el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), en México había 7.6 millones de familias que necesitaban construir, comprar o rentar una casa; un año después, ya son 8.2 millones las viviendas, de forma real, las que se necesitan para cubrir la urgencia de las familias.

Según el índice del costo de la construcción residencial, el cual incluye materiales de construcción, alquiler de maquinaria, y mano de obra, en los tres años de gobierno de Andrés Manuel López Obrador, en general construir ha aumentado un 39 por ciento.

Esta situación sigue complicándose tras la pandemia, el alza en los energéticos, el incremento de los salarios, la inflación, los problemas en suministros y la guerra de Ucrania, todo ello se refleja ha ido sumando e impactando en los precios.

En principio, la pandemia y sus efectos representaron un golpe fuerte para el sector de la construcción en México, pero también para los hogares que tenían planificado construir o remodelar su hogar. Incluso antes de la Covid-19 ya se observaban dificultades para realizar estas tareas, pues el índice de los costos de la construcción, de 2018 a 2020, ya reflejaba un incremento de 14.4 por ciento.

En comparativa, en los tres primeros años de la administración del expresidente Enrique Peña Nieto (2012-2018), el índice aumentó 4.95 por ciento. En la época de Felipe Calderón (2006-20012), en medio de una de las mayores crisis económicas del mundo, el costo de la construcción se elevó 20.3 por ciento. Con Vicente Fox (2000-2006), fue de 13.6 por ciento. Estos incrementos reflejan la agudeza de la situación actual para tener un patrimonio propio.

Entre cemento y varilla

Al interior de este índice, los materiales de construcción se elevaron 42% en su conjunto. Sin embargo, en la realidad se puede observar que los precios de insumos básicos como el cemento o el block elevaron mucho más sus precios en estos tres años que el propio índice de productos para la obra.

Entre 2018 y 2022, los precios de los materiales se han incrementado desproporcionalmente, y en la mayoría de los casos es resultado del encarecimiento de las materias primas que se importan. Pero también por el alto precio de los energéticos que se necesitan para su producción, los que se elevaron debido a la gran demanda que se disparó tras la recuperación económica incentivada por la vuelta a la normalidad de las actividades en el mundo.

De acuerdo con documentos de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), y de casas dedicadas a la venta de material de construcción, en algunos casos los productos han alcanzado más del 200% de incremento.

Precios a detalle, por ejemplo, de una varilla corrugada de 3/8 subió su precio en un 67%, mientras que el cemento fue de un 28 por ciento.

Los armex, o estructuras para construir castillos o columnas, subieron más de 140%; el alambre recocido un 212%; el block de medida estándar vale un 90% más. Todos estos costos se han disparado muy por arriba de la inflación que se ha registrado en estos mismos tres años, que es cercana a 17% y que ha deteriorado el ingreso de las familias en el país.

No se puede bara, bara

La comparativa es abrumadora. En 2018, una tonelada de cemento gris tuvo un costo de tres mil 050 pesos, y actualmente es de tres mil 900. Es un ejemplo de lo que ha impactado los costos de producción al precio final que el consumidor debe pagar.

Para hacer un poco más claros, un proyecto que se hubiera presupuestado en 300 mil pesos en 2018, hoy costaría 416 mil 500 pesos. Pero si el ingreso de esa familia fuera de 10 mil pesos mensuales y quisieran continuar con su proyecto de construcción, tendrían que haber destinado en estos tres años el 32% de ese ingreso a un ahorro para alcanzar el nivel de la inversión o gasto inicial planificado.

Esta situación en la realidad ha llevado que un gran número de personas tiren la toalla para hacerse de un patrimonio o construir o remodelar sus hogares.

En la parte internacional, esa que nos trajo una alta inflación, en la que los precios se dispararon en general, se observa que el precio del acero aumentó súbitamente un 279% entre abril de 2020 y agosto de 2021, pese a que ha descendido, aún tiene un aumento de 132 por ciento. Aunque México produce acero, los costos para fabricarlo se incrementaron desproporcionalmente, lo que obligó a trasladar ese coste a los consumidores finales.

Pero no sólo fueron los materiales los que aumentaron, también la mano de obra la que en estos tres años ha subido un 20.3% para la construcción, solamente equiparable con el aumento que se dio en la época de Vicente Fox.

Es decir, hacer un metro cuadrado de barda en 2018, según lo aprobado por el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), tenía un costo de 395 pesos, y actualmente es de 471 pesos. La construcción por metro cuadrado de una casa media pasó de mil 46, a mil 249. Las remodelaciones de 897, a mil 70 pesos, y sólo es la parte del trabajo, sin contar los recursos que se destinarían en la compra de materiales.

Mantenimiento y reparación

En nuestro país es considerable el número de viviendas que son de tabique, ladrillo, block, cantera o cemento, ya que representan el 92.4% de las que hay, o 32.6 millones, aunque de éstas sólo 78.4% tiene un techo de losa de concreto o viguetas con bovedilla.

Pero también tienen graves problemas estructurales estas viviendas. Un 44.2% tiene humedad y filtración, mientras que un 41% tiene grietas y cuarteaduras, lo que hace que la compra de materiales de construcción sea una necesidad; sin embargo, los gastos en el hogar hacen que no sea una prioridad en este momento.

Se pensaría que la opción es acceder a un crédito para poder llevar a cabo lo planeado, pero datos del Inegi revelan que tres millones de hogares que rentan por necesidad no tiene acceso a crédito o no tiene los recursos para construir o adquirir un patrimonio.

Por cierto, cerca de 562 mil familias prefieren rentar debido a que consideran que el pago es menor al de una hipoteca, aunque el bien no sea de ellos. Guerrero, Chiapas y Sinaloa, son las entidades donde las familias tienen el mayor porcentaje de no acceso a créditos, con 68, 67 y 62%, respectivamente.

Las principales ciudades, contrario a lo que se pudiera pensar, también adolecen de penetración de crédito para las personas que tienen que vivir en una casa rentada. La Ciudad de México es de un 46%; Nuevo León, un 44%; y Jalisco con 43 por ciento. En resumen, un hogar es la meta de muchos pero el panorama incierto frena las intenciones de las familias que en este momento optan por cubrir las necesidades primarias ante los estragos de la alta inflación que nos ha permeado.

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