Prácticamente con la única excepción del gobernador de Querétaro, Mauricio Kuri González, el resto de los gobernadores, gobernadoras y la jefa de gobierno, tanto en funciones como electos, así como mandatarios de Morena y de partidos de oposición están a favor de que la Secretaría de la Defensa Nacional asuma el control de la Guardia Nacional.
Casos como el del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro son contradictorios, pues en cuestión de días cambió de opinión y pasó de señalar que la militarización de la Guardia Nacional no es la solución a la inseguridad, como declaró apenas el sábado, a reconocer este martes que “necesitamos al Ejército ayudando en las tareas de seguridad pública”.
Sin embargo, la mayoría de los mandatarios de oposición no muestran una clara inconformidad al respecto, al contrario, una evidente aprobación es la que han mostrado los gobernadores priistas de Oaxaca y Durango, Alejandro Murat y José Rosas Aispuro respectivamente, quienes además de defender la iniciativa del presidente López Obrador sobre la Guardia Nacional, incluso han señalado que sería un error el quitar a las Fuerzas Armadas de las labores de seguridad.
“Mientras no exista otra estrategia que le pueda brindar al pueblo de México la seguridad que exige y merece, es irresponsable retirar de las calles a las Fuerzas Armadas y cambiar el marco jurídico que le da certeza a la Guardia Nacional”, sostuvo este martes el gobernador Alejandro Murat.
Otras posturas más neutrales es la que se han mostrado mandatarios del PAN como el gobernador de Aguascalientes, Martin Orozco, quien ha agradecido el respaldo del gobierno federal por el envío de guardias nacionales al estado; la gobernadora de Chihuahua, María Eugenia Campos ha reconocido que, “si hay miedo en el país, por supuesto que debe haber Guardia Nacional.
Mientras que, en el caso de Guanajuato, la entidad con más homicidios en el país, el gobernador Diego Sinhue Rodríguez se ha reservado su opinión, su secretaria de Gobierno, Libia Denisse García declaró el viernes pasado que el gobierno estatal no emitirá una postura, pero sostuvo que “nosotros vamos a trabajar con la Guardia, con Sedena, porque queremos hacer equipo con estrategia”.
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Aunque un total de 22 gobernadoras y gobernadores de Morena y sus partidos aliados, en funciones y electos, equivalentes al 69% del territorio, respaldaron desde el 9 de septiembre pasado la decisión de que la Sedena asuma el control de la GN, este lunes el presidente López Obrador hizo un “exhorto respetuoso” para que los gobernadores no se queden callados sobre el tema.
“Nos piden que intervenga el Ejército, que intervenga la Marina, incluso reconocen que ayuda el Ejército, que ayuda la Marina, pero cuando se trata de defender el que puedan legalmente las Fuerzas Armadas ayudar en la tarea de seguridad, silencio”, reprochó. En contraparte, el gobernador panista, Mauricio Kuri González ha reiterado que la decisión de mantener a la Guardia Nacional bajo el control militar no implica llegar al fondo del problema de inseguridad, pues aseguró que “debemos apostarle a las instituciones y al estado de derecho”, al señalar que dicha iniciativa es inconstitucional.
El gobernador de Querétaro ha mantenido una postura similar a la del presidente nacional de Acción Nacional, Marko Cortés, quien ha mantenido su clara oposición tanto a que la corporación de seguridad esté bajo el mando de la Fuerza Armada, como la propuesta del PRI para prolongar la operación de las Fuerzas Armadas en seguridad pública hasta 2029.
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