La variante Ómicron del virus que causa la Covid-19 podría dejar en México una estela de 32 mil muertes, advierte un estudio realizado por el Instituto de Métricas y Evaluación de la Salud (IHME), de la Universidad de Washington.
“A pesar de que la tasa de infección-hospitalización es más baja que Delta, algunos hospitales posiblemente se verán sometidos a una mayor presión que durante el último aumento del invierno”, refiere el más reciente informe del IHME sobre la evolución de la pandemia en México, con corte al mes de diciembre de 2021.
“Según los datos disponibles, esperamos que la tasa de mortalidad por infección sea un 97-99% más baja que para Delta. Un gran número de infecciones y hospitalizaciones moderadas aún pueden traducirse en 32 mil muertes adicionales en los próximos cuatro meses”, señala el documento, cuyas proyecciones fueron ajustadas tomando en cuenta la irrupción de Ómicron y considerando el nivel de vacunación de los mexicanos.
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Aunque las autoridades de salud y el presidente Andrés Manuel López Obrador han dicho que la nueva variante es menos agresiva y provoca síntomas leves, el reporte del instituto estadounidense advierte que no se debe bajar la guardia, pues el sistema de salud no está en óptimas condiciones.
“Con altas tasas de infección y las presiones proyectadas en algunos hospitales, las tasas de hospitalización deben usarse como una métrica para impulsar la política a nivel local. El sistema médico ya está agotado y parte del personal médico puede infectarse y tener que aislarse, la fuerza laboral puede verse afectada aún más. Existen enormes variaciones en la capacidad de los hospitales para expandirse para cumplir con el aumento y se necesitan métricas locales”, señala el informe.
Sobre las medidas que deben adoptar los ciudadanos en los individual, el reporte del IHME señala que las personas “pueden actuar para protegerse vacunándose si aún no lo han hecho y recibiendo una tercera vacuna tan pronto como sean elegibles”.
Por su parte, las personas con un riesgo elevado debido a la edad o las comorbilidades que deseen reducir su riesgo de hospitalización o muerte “deben usar una máscara, preferiblemente una máscara de alta calidad, como una máscara N95, y evitar situaciones en las que la transmisión sea más probable, como cualquier reunión en el interior o reunión al aire libre donde el distanciamiento no es posible”.
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