Una nueva amenaza golpea a los habitantes de África, una región que bordea el sur del Sáhara. Aunado a la sequía, el cambio climático y los conflictos, una crisis alimentaria sin precedentes diezma a la población, advirtieron este jueves varias organizaciones internacionales.
En Etiopía, Kenia y Somalia, países del Cuerno de África, una persona muere de inanición cada 36 segundos, precisó el informe elaborado por Unicef y las ONGs Care y Oxfam, mientras que en el Sahel (que atraviesa Senegal, Gambia, Mauritania, Guinea, Malí, Burkina Faso, Níger, Chad, Camerún y Nigeria), cerca de 18.6 millones de personas viven en situación de grave inseguridad alimentaria. La sequía, el cambio climático y los conflictos explican la gravedad de la crisis.
Por su parte, en Burkina Faso , tan solo entre enero y septiembre de 2022 murieron tres veces más niños que en el mismo periodo de 2021, y el número de menores tratados por desnutrición aguda aumentó un 50 % , según Unicef.
En Níger, la sequía, inundaciones y conflictos complican cada vez más las cosechas, provocando una “caída de la producción de cereales de casi 40 %”, dijo Louis-Nicolas Jandeaux, de Oxfam France.
En la vecina Nigeria, 430 mil niños padecen malnutrición aguda y se prevé que 154 mil embarazadas y madres lactantes la sufran este año, lo que representa un aumento de 141 % en comparación a 2022, indicó Lucile Grosjean, vocera de Unicef.
Según la ONU, 22 millones de personas son amenazadas por la hambruna en Etiopía, Kenia y Somalia. “Se prevé que entre abril y junio, más de un tercio de los somalíes viva en crisis alimentaria”, advirtió Mathilde Casper, de la ONG Care.
Esta situación, que desvela una “injusticia” a nivel global, es la “consecuencia de la inacción de los países ricos”, declaró Jandeux.
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