Redacción ejecentral
La diócesis de Saltillo confirmó que el párroco Joaquín Hernández Sifuentes, reportado como desparecido el pasado 3 de enero, fue hallado muerto según le reportaron agentes de la Procuraduría General de Justicia de Coahuila.
La Conferencia del Episcopado Mexicano confirmó también el deceso.
Desde la mañana circuló la información de que Hernández Sifuentes había aparecido muerto en un paraje de Parras de la Fuente. De acuerdo con reportes de elementos de la Procuraduría estatal trascendió que el párroco habría muerto a golpes.
Previo al hallazgo del cuerpo el automóvil del párroco fue localizado en Santa Catarina. Una fuente policiaca informó que el auto VW Derby blanco se encontraba en la calle Puerto Natales en la colonia Residencial Cuahtémoc, a un lado del Arroyo El Obispo.
Raúl Vera, obispo de Saltillo y Gerardo Escareño Arciniega, vicario general, expresaron “confirmamos con profunda tristeza en nuestro hermano Joaquín Hernández, sacerdote diocesano a quien no nos cansábamos de buscar con la enorme esperanza de encontrarlo con vida ha pasado a la casa del padre eterno. Esta tarde las autoridades informaron que fue encontrado sin vida”.
Velorio y funeral el domingo y lunes
Los restos de Hernández serán velados el domingo 15 de enero en la capilla del Seminario Diocesano desde las 12:00 hasta las 24:00. El lunes los restos serán trasladados al templo de la catedral de Saltillo, para ahí celebrar el funeral.
Por su parte, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) señaló que “se une a la pena que embarga a monseñor Raúl Vera López, al clero, a la vida consagrada y a los fieles laicos de la diócesis de Saltillo por el fallecimiento del presbítero Hernández Sifuentes.
“En estos momentos de temor y sufrimiento los cristianos, con esperanza en Cristo resucitado, estamos ciertos que el mal no vencerá y que la muerte no es el final del mensaje de amor y esperanza que trajo nuestro Señor Jesucristo y que encarnó en su vida ministerial el padre Joaquín”, indicaron el cardenal Francisco Robles Ortega, presidente de la CEM y Alfonso Miranda Guardiola, secretario general del organismo episcopal.
“Pedimos a Dios por su eterno descanso y también pedimos para que el señor conceda a sus familiares y amigos la fortaleza, la esperanza y el consuelo de la fe”, indicaron.