Los altos precios de la tortilla que se han presentado en diferentes puntos de la República mexicana han prendido las alertas en el Gobierno Federal, que ya encontró un culpable de este fenómeno. De acuerdo con Ricardo Sheffield, titular de la Procuraduría Federal del Consumidor (Profeco), la empresa Gruma, dueña de Maseca, ha subido de manera unilateral los precios de la harina nixtamalizada, producto esencial para hacer el principal alimento de los hogares en México, por lo que las tortillerías de barrio no tienen otra opción que aumentar los precios al ritmo que les impone la empresa que controla por sí sola el 70% del mercado.
El presidente Andrés Manuel López Obrador señaló que la Secretaría de Hacienda hablará con los directivos de Maseca, así como de Minsa, y se hará de “manera física”. Refirió que el precio en las tortillerías va creciendo a la par de Maseca, y no de Minsa.
“Escuchar cuál es la justificación, o sea, lo que no se puede, que en una época de crisis, inflación, carestía, se obtengan ganancias extraordinarias”, advirtió al respecto el presidente López Obrador. Y dijo que debe de haber utilidades y no abusar de ciertas circunstancias con ganancias excepcionales en épocas de crisis.
Según el seguimiento de precios del Sistema Nacional de Información e Integración de Mercados (SNIIM), el kilo de tortilla, al siete de septiembre, es de un promedio de 22.19 pesos, cuando el cuatro de mayo, fecha del lanzamiento del PACIC (Paquete Contra la Inflación y la Carestía) estaba en 20.5 pesos, es decir, hay un aumento de 8.24 por ciento.
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Aunque de manera particular hay ciudades en las que alcanza 29 pesos el kilo como es el caso de Hermosillo, Sonora. Pero también ya se generalizó un precio en varias regiones entre 22 y 25 pesos, como es el caso de Tijuana, Baja California; La Paz, Baja California Sur; Chilpancingo, Guerrero; Pachuca, Hidalgo; Tepic, Nayarit; Monterrey, Nuevo León, entre otros más.
El Presidente adelantó que se revisará la situación del huevo, ya que también ha aumentado aunque no debería, ya que se tiene producción, por lo que exhibió a Bachoco. “Un huevo 2.50, si se mantiene así con dos huevos son 5 pesos. Es alimento, no queremos que se vaya a las nubes, además hay producción”, puntualizó. Recordó que gracias a los subsidios aplicados a los combustibles se pudo contener parte de la inflación, y que ahora es cuidar y conseguir la autosuficiencia alimentaria y producir cada vez más básicos.
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