Construcciones afectadas, avalanchas de lodo, deslizamientos, derrumbes en montañas, alumbramiento de manantiales, inundaciones de lodo, hundimientos locales, y severos daños materiales fue el saldo que dejó hace 98 años el segundo sismo a nivel nacional que más víctimas ha dejado, cuyo epicentro se localizó muy cerca de la comunidad de Quimixtlán, Puebla.
Alrededor de las 22:25 horas locales del día 3 de enero de aquel año ocurrió uno de los movimientos telúricos más fuertes de aquella época con una magnitud de 6.4, el cual provocó la muerte de aproximadamente 650 personas, 419 de ellas perdieron la vida por avalanchas de lodo tras el deslave de material en barrancas.
De acuerdo con el Servicio Sismológico Nacional (SSN), quien reportó el sismo, el fenómeno tuvo origen a unos 32 kilómetros al suroeste de la ciudad de Xalapa, Veracruz, probablemente debido a una falla local relativamente superficial con una profundidad no mayor a 10 kilómetros.
El organismo destacó que dicho siniestro y el registrado en Acambay, Estado de México, el 19 de noviembre de 1912, exponen el peligro sísmico que hay en la Faja Volcánica Trans Mexicana, zona donde existen diversas fallas activas que han generado temblores importantes en otros momentos.
En el informe sobre el terremoto, realizado en colaboración con el Instituto de Geofísica de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), el SSN detalló que por su magnitud y sus características tectónicas, el movimiento telúrico que se percibió en la Ciudad de México y Xalapa presentó algunas réplicas. KT