Trece millones de personas en Kenia, Somalia y Etiopía se enfrentan a una grave hambruna, mientras que el Cuerno de África está experimentando su peor sequía en décadas, informó el Programa Mundial de Alimentos (PMA).
En los últimos tres años no hubo una verdadera estación de lluvias y la región registra sus peores sequías desde 1981, indicó la agencia de las Naciones Unidas.
La sequía destruyó los cultivos y provocó una alta mortalidad animal, obligando a las familias rurales -que viven de la ganadería y la agricultura- a abandonar sus hogares.
El agua y los pastizales escasean y las previsiones de precipitaciones por debajo de la media para los próximos meses no hacen más que agravar la miseria, dijo Michael Dunford, director regional del PMA en África oriental.
La ayuda alimentaria se distribuye en una franja árida de Kenia, Etiopía y Somalia, donde las tasas de malnutrición son elevadas y unos 13 millones de personas corren el riesgo de pasar hambre en el primer trimestre de este año.
Unos 5,7 millones de personas necesitan asistencia alimentaria en Etiopía meridional y sudoriental, entre ellas medio millón de niños y madres desnutridos.
En Somalia, el número de personas clasificadas como gravemente hambrientas aumentará de 3,5 millones a 4,6 millones para mayo, a menos que se adopten medidas urgentes.
En el sudeste y el norte de Kenia, donde se declaró una situación de emergencia relacionada con la sequía en septiembre, otros 2,8 millones de personas requieren asistencia.
Según el PMA, se necesitan 327 millones de dólares para atender las necesidades inmediatas durante los próximos seis meses y ayudar a las comunidades de pastores a ser más resistentes a las crisis climáticas recurrentes. MAAZ