Guerrero, la pelea que se viene
La caída del PREP local anidó un conflicto postelectoral, que dependerá del conteo de votos y revisión de actas, que terminará el próximo domingo 13 de junio, en donde se definirá si la estructura del PRI derrotó a la del clan Salgado-Macedonio, que en esta elección significó una confrontación de pobres contra pobres
La elección en Guerrero está lejos de haber finalizado. Por el contrario, parece haber entrado en una etapa de confrontación de resultados imprevisibles. Según lo sucedido en las últimas horas, todo apunta a que la situación se complicará aún más para los partidarios de Morena y los aliancistas del PRI-PRD.
La información ofrecida por el PREP de Guerrero se “congeló” al filo de las cuatro de la madrugada del pasado lunes 7 de junio, lo que hizo imposible conocer la cuantía real de los votos computados.
Esto ocurrió cuando apenas había vaciado el 37% de las actas de casilla, segmento electoral en el que la candidata de Morena, Evelyn Salgado Pineda, aventajaba con 9 puntos a su más cercano oponente, Mario Moreno Arcos, el opositor del PRI-PRD.
De poco más de cinco mil casillas esperadas, el sistema apenas ofreció resultados de mil 880, lo que no abarca todo el espectro electoral de Guerrero.
El sistema se cayó, lo que generó sospechas y suspicacias entre todos los partidos políticos. Por ejemplo, en la ciudad de Teloloapan, entrada a la Tierra Caliente guerrerense, simpatizantes del candidato Pedro Segura comenzaron a realizar bloqueos intermitentes de la carretera, exigiendo que se cuente voto por voto.
el dato. Al menos dos millones 127 mil guerrerenses son un poco menos pobres en el gobierno de López Obrador.
Las dirigencias formales de los aliancistas —la principal competencia de Morena— reaccionaron hasta bien entrada la tarde del martes, cuando fueron informados de las anomalías, por vía de la cual el Instituto Nacional Electoral (INE) validó la supuesta “tendencia irreversible” del conteo rápido del PREP Guerrero, en favor de la candidata morenista a la gubernatura, con apenas un tercio del número de actas totales.
La misma postura asumió el Instituto Electoral y de Participación Ciudadana (IEPC) de Guerrero, que simplemente se plegó a la postura del INE y guardó un soterrado silencio sobre las fallas del sistema y el cual cerró por la noche del lunes según lo marca la ley.
Inclusive hubo actores políticos como el exgobernador Ángel Aguirre Rivero que, en sus redes sociales, dio por buena la derrota del candidato aliancista Mario Moreno Arcos. Ya para tarde del martes, dio marcha atrás en su postura.
Ese mismo martes, en la rueda de prensa, el dirigente estatal del PRI Guerrero, diputado Héctor Apreza Patrón, mostró su extrañeza porque en el conteo rápido el PREP nunca ofreció información de municipios como Chilapa, Acatepec, Atlixtac, Iguala, Tecpan y Cutzamala, que ya estaban disponibles, pero jamás se reflejaron en el conteo rápido del PREP. En todos esos municipios los resultados son favorables al PRI.
Ambos dirigentes, Héctor Apreza del PRI y Alberto Catalán del PRD, desconocieron en absoluto los resultados que daban el triunfo a Evelyn Salgado y anunciaron que impugnarán la citada elección en la que los órganos electorales —INE e IEPC— se mostraron “irresponsables”, “parciales” y “opacos” en el manejo de la información electoral.
Es imposible que con un tercio de las actas computadas y con irregularidades en el 50% de las actas de casilla, se pueda determinar una tendencia ganadora en esta elección, dijo por su parte Moreno Arcos, el candidato aliancista.
En todo caso, ambos partidos inconformes dijeron que esperarán hasta que termine el computo distrital, el domingo 13, para emitir una postura final sobre los comicios del 6 de junio.
Lo único que queda en claro es que al final de la jornada el estado de Guerrero entrará a una etapa de confrontación entre aliancistas y morenistas que están dispuestos a defender su triunfo con todo. Los resultados podrían ser de pronóstico reservado.
Lodo, ofensas e insultos
Pero la confrontación ya se veía venir desde las campañas, que se caracterizaron por una guerra de lodo, ofensas e insultos entre los partidos que participaron en la contienda.
“Los partidos políticos, todos, quedaron a deber a la ciudadanía guerrerense pues se centraron en la parte emocional, insultos y ofensas, y se ausentaron de la parte racional que serían las propuestas para enfrentar la atroz realidad que nos rodea”, consideró el sacerdote Jesús Mendoza Zaragoza.
Esa parte emocional se observó particularmente en los debates que protagonizaron los candidatos a puestos de elección popular, donde no había propuestas, dispuestos a pelear a la menor provocación, con comentarios insulsos para atender la problemática cotidiana que enfrenta la ciudadanía, especialmente los más pobres, abundó este sacerdote identificado con la Teología de la Liberación.
Por su parte, el sociólogo Raúl Fernández Gómez consideró que si se produce una confrontación, como todo parece indicar, la comunidad puede optar por una democracia sin partido como ha sucedido en comunidades rurales.
Mendoza Zaragoza sostuvo que “los partidos políticos dejaron en claro que luchan por el poder para su beneficio, no para servir a la ciudadanía ni para solucionar los graves problemas que la agobian”.
50% de las actas tenían irregularidades, según con lo expuesto por Mario Moreno Arcos, candidato de la alianza PRI-PRD en Guerrero.
Quedaron fuera de la campaña temas como la pandemia —con su secuela de graves consecuencias económicas y de salud—, la inseguridad, los grupos delictivos que cada vez controlan más territorio guerrerense o la falta de servicios de salud para la población más pobre, por citar algunos aspectos vitales que los candidatos nunca mencionaron, ejemplificó el sacerdote.
El sacerdote Mendoza Zaragoza, representante del ala avanzada de la Iglesia Católica, se ha caracterizado por acompañar a las víctimas de la violencia criminal en los últimos 25 años por lo menos. En la década de los 70 fue rector del Seminario Regional del Sureste (Seresure), que fue cerrado por la jerarquía eclesiástica por su cercanía con la Teología de la Liberación.
Como vocero no oficial de la iglesia, se ha caracterizado por censurar la conducta de los partidos políticos, de los funcionarios y de la administración pública, especialmente en lo relacionado con la justicia social.
Los más pobres con AMLO
Una visión muy distinta ofrece el sociólogo Raúl Fernández Gómez, quien consideró que la población, especialmente pobre, refrendó su lealtad al proyecto de izquierda que representa Morena, a través de su abanderada para la gubernatura Evelyn Salgado Pineda. “En este proceso electoral inédito en un estado eminentemente pobre, como lo es Guerrero, la población de escasos recursos se volcó a votar por el refrendo de una esperanza de cambio personificada por un nuevo proyecto de gobierno”, estimó el investigador de movimientos sociales.
En opinión de Fernández Gómez, desde 2005 la población de Guerrero —que ha sido un sector poblacional plural— claramente dio un viraje a la izquierda al elegir a un gobernador proveniente del PRD, en lugar del voto tradicional en favor del PRI.
Ese viraje a la izquierda —que se generó cuando aún no llegaba al poder López Obrador— resintió un golpe severo con la desaparición de los 43 normalistas de Ayotzinapa en 2014, tras lo cual los votantes de Guerrero; sin embargo, han mantenido su lealtad al proyecto de la izquierda, consideró el sociólogo, exdirector del Instituto Internacional de Estudios Políticos Avanzados (IIEPA) de la Universidad Autónoma de Guerrero.
Raúl Fernández Gómez es sociólogo egresado de la Escuela de Altos Estudios Sociales de París. Es investigador del fenómeno de las autonomías, consecuencia de lo cual está por finalizar una investigación sobre la democracia sin partidos, como es el caso de Ayutla de los Libres.
En el caso de la elección del pasado 6 de junio, Fernández Gómez consideró que los electores de Guerrero —pobres en su inmensa mayoría—“se volcaron a refrendar su lealtad a un proyecto de gobierno en el que visualizan la esperanza de ser ayudados”, como sucedió en 2018 con el ascenso al poder de Andrés Manuel López Obrador, quien en su opinión ha cumplido su palabra de ayudar a los más pobres.
En efecto, uno de los programas emblemas de AMLO es la pensión para adultos mayores, que este año dispersó 46 mil millones de pesos para beneficiar a 8.2 millones de ancianos, de los cuales 264 mil 246 individuos reciben ese beneficio en Guerrero.
Una gran parte de los votantes del domingo 6 de junio eran ancianos que reciben esa ayuda bimestral de dos mil 550 pesos.
Entrevistados mientras hacían fila, algunos de esos adultos mayores —muchos en sillas de ruedas— admitieron que votarían por “morenita” para seguir recibiendo la ayuda económica, de la cual muchos dependen.
Pero lo que sucedió con el caso de Félix Salgado Macedonio —a quien el sociólogo nunca mencionó por su nombre— fue que se trataba de un activista con 30 años de gestión social, quien generaba mucha empatía con la población, en particular con la de la zona rural.
“Al derribarlo (de la candidatura), mucha gente reaccionó en su favor y salieron a votar masivamente a favor de la candidata morenista, su hija, en el ánimo de seguir fieles al proyecto de la izquierda”, consideró el investigador.
Marginalidad. En Guerrero, los números de pobreza extrema pasaron de 62.6 a 58.6 entre 2018 y 2021.
›En caso de que las cosas se compliquen y terminen en la anulación de los comicios, consideró, algunos segmentos de la comunidad podrían optar entonces por quedarse sin partido, para ejercer una democracia sin asociación política, como sucedió en el caso de Ayutla, que entra en su segundo año de gestión al margen por completo de los partidos políticos.
Desde su punto de vista, los pobres calculan que si se mueven a algún lado —como sucedió en 2005 y luego en 2018— “algo van a ganar”.
En su opinión 2005, 2018 y ahora 2021 son puntos de inflexión en la decisión del voto mayoritario, razón por la cual consideran que los votantes se mantendrán fieles a un proyecto de gobierno personificado por un liderazgo empático que reproduzca los principios de López Obrador.
Según información de la Coneval, en Guerrero la población con ingreso inferior al costo de la canasta básica —es decir, los más pobres entre los pobres—, decreció sus números al pasar de 62.6 a 58.6 entre 2018 y 2021. Esto se traduce en dos millones 127 mil guerrerenses que son un poco menos pobres en el gobierno de López Obrador.
La población de Guerrero considerada por Coneval no pobre y no vulnerable, asciende a 7.3% de los 3.5 millones de guerrerenses. Esto es, en números reales, 263 mil individuos.
Según la estimación del entrevistado, en un estado de pobres como Guerrero, miles de votos se mantendrán fieles al proyecto de la 4T, sin importar si existe conflicto por la gubernatura.