A pocos días de cumplirse cinco meses de guerra, Ucrania no solo continúa bombardeada día y noche, ya que además no ha podido exportar los granos y otros cultivos que han sobrevivido al ataque de las tropas rusas. Taras Vysotskyi, primer viceministro de Política Agraria y Alimentación de Ucrania, informó a medios que se espera una cosecha de al menos 50 millones de toneladas de cereales este año, una cifra muy por debajo de los 85 millones que se registraron en 2021.
De estos 50 millones de toneladas, el país consume menos de 20 millones, lo que lo obliga a exportar el excedente. Sin embargo, el bloqueo de puertos y vías terrestres no ha cesado, lo que representa un problema tanto para Ucrania como para sus compradores; Volodymyr Zelenski, presidente de Ucrania, informó que al menos 22 millones de toneladas de grano permanecen sin poder salir del país, y corren el riesgo de arruinarse.
En este sentido, la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), volvió a alertar sobre los problemas en la seguridad alimentaria global, que ya eran graves antes de que comenzara la guerra.
“Entre 702 y 828 millones de personas sufrieron hambre en 2021", lo que equivale a un 9.8% de la población mundial, indicaron en un informe conjunto la FAO, el Fondo Internacional para el Desarrollo de la Agricultura (FIDA), la Unicef, el Programa Mundial de Alimentos (PAM) y la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Y aunque según estimaciones de Mijail Podoliak, asesor de la Presidencia de Ucrania, Rusia ha perdido al menos 115 mil soldados, los bombardeos en las zonas clave estan muy lejos de detenerse. Los esfuerzos de evacuación de civiles en la ciudad de Slaviansk, al este del país se han intensificado toda vez que hoy se registraron ataques en el mercado de la ciudad y calles adyacentes.
Vadym Lyaj, alcalde de Sloviansk, informó que en la ciudad todavía quedaban unas 23 mil personas de las 100 mil que la habitaban antes de la guerra, aunque aseguró que los rusos no han conseguido rodear el municipio.
Al interior de Rusia, sin embargo, las condiciones de censura y desinformación han persistido apoyadas por nuevas leyes como la que se acaba de aprobar, que impone penas más duras de cárcel para quienes insten a actuar contra la seguridad, una normativa encaminada a disminuir las protestas de los ciudadanos por la invasión a Ucrania.
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