Al interior del Capitolio se han formado dos bandos entorno a la postura que debe adoptar el gobierno estadounidense para combatir a los cárteles de la droga de México y detener la crisis de fentanilo que causa hasta 100 mil muertes anuales por sobredosis.
Por un lado, están los republicanos que simpatizan con las posturas más radicales del expresidente Donald Trump; plantean acciones militares, lanzamiento de misiles e incursiones en territorio mexicano para cerrar el paso a las bandas del crimen organizado y a los opioides.
En este sector destacan los congresistas Lindsay Graham, John Neely Kennedy, Dan Crenshaw, Ted Cruz y James Comer; proponen clasificar a los cárteles mexicanos como organizaciones terroristas, lo que abre la posibilidad de emplear recursos militares para enfrentarlos.
En la esquina contraria están representantes demócratas como Joaquín Castro, Jesús García y Nydia Velázquez, quienes, a nombre de una treintena de legisladores, presentaron una resolución para que el Congreso condene los llamados a invadir México.
En medio del proceso electoral rumbo a las votaciones presidenciales de 2024 —donde los pasos a seguir en las relaciones con México están presentes en el debate político— los demócratas presentaron el pasado 6 de octubre una iniciativa que reafirma el compromiso de Estados Unidos de respetar la soberanía de México y condena los llamados a acciones militares sin el consentimiento de México y la autorización del Congreso de Estados Unidos.
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“Durante los últimos meses, los estadounidenses han visto un aumento alarmante de comentarios imprudentes que amenazan con normalizar la idea de invadir México”, dijo el congresista Joaquín Castro al presentar la resolución en el Capitolio.
Representante por Texas, Castro subrayó que “la guerra con México causaría una devastadora pérdida de vidas y sería desastrosa para millones de mexicanos y estadounidenses que viven en México, así como para aquellos en Estados Unidos cuyo sustento depende del comercio transfronterizo legítimo. Esta resolución envía un fuerte mensaje de que Estados Unidos respeta la soberanía de México y que el Congreso no apoya peligrosos llamados a la guerra en nuestra frontera sur”.
“Invadir México pondría en peligro a un socio clave, aumentaría el caos en el que prosperan los cárteles y obligaría a un gran número de personas a llegar a nuestra frontera huyendo de la violencia, lo que sólo amplificaría los desafíos citados por quienes piden la guerra”, dijo por su parte el legislador Jesús García.
“Antes de que la idea de operaciones militares en México, necesitamos que los responsables políticos sensatos de ambos lados del pasillo hablen y aclaren que el Congreso no apoyará esto”, añadió la congresista Nydia Velázquez.
Dato
Candidatos republicanos a la presidencia de EU se han mostrado hostiles contra México
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