El agente especial de la DEA, Brian M. McKnight, no descartó que bajo la nueva estrategia que implementará un grupo especializado para combatir cárteles mexicanos que integraron la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA) y la Procuraduría General de la República (PGR) con sede en Chicago, anunciado esta semana, pueda ayudar a ahondar en la investigación sobre los 43 normalistas de Ayotzinapa, luego de que se ha referido la participación de integrantes de Guerreros Unidos en Chicago y Guerrero durante y tras la desaparición de los estudiantes, ocurrida la noche del 26 y madrugada del 27 de septiembre de 2014, en Iguala, Guerrero. El miércoles funcionarios de ambos países indicaron que el ‘Grupo Chicago’ trabajará para controlar la epidemia de drogas que afecta a gran parte de Estados Unidos y combatir la estructura financiera de los cárteles, cuyo único propósito es generar dinero. En declaraciones para Chicago Tribune, McKnight destacó que la iniciativa fortalecerá el intercambio de información entre autoridades de EU y México, “con el fin de capturar a líderes del narcotráfico y desmantelar los carteles mexicanos en ambos países”. ejecentral en su reportaje ‘La DEA ocultó la verdadera noche de Iguala’, publicó las transcripciones de los mensajes de texto de por lo menos 11 números celulares de integrantes que evidencian la relación de los integrantes del grupo criminal en los ataques a los estudiantes y la posterior desaparición de los 43 estudiantes de la normal rural “Raúl Isidro Burgos” de Ayotzinapa. Aunque ya se conocían algunos datos sobre las investigaciones contra Guerreros Unidos en Chicago, que tienen como protagonista a Pablo Vega Cuevas, un líder de Guerreros Unidos en Estados Unidos, fueron toda una revelación los detalles de los mensajes que intercambió entre septiembre y octubre, y las conversaciones que sostienen los hermanos Adán y Sidronio Casarrubias, desde el 27 de septiembre y los días subsecuentes hasta la primera quincena de octubre de 2014. En este reportaje también se dio cuenta que Modesto Peña, junto con sus hermanos Valeriano y Onofre, identificados por las autoridades como integrantes de Guerreros Unidos en la comunidad del Carrizalillo, según las evidencias de comunicación entre los integrantes del grupo criminal, habrían sido movilizados en los días de los hechos para el bloqueo de carreteras y manifestaciones como parte de la estrategia para reducir los costos tras el ataque a los normalistas.
De acuerdo a reportes, la DEA habría tenido la información de esta relación entre Chicago y el caso Iguala en tiempo real, luego de que intervino los teléfonos de líderes de Guerreros Unidos en 2014. Al estar consciente de esto, la PGR habría solicitado la información sobre el caso en 2015, sin embargo la DEA no contestó hasta noviembre de 2017 con una parte de las transcripciones y en febrero de 2018, con una segunda entrega.
Incluso McKnight, después de la solicitud de información que la PGR hiciera en 2015, aseguró: “Cualquier información que tenemos la vamos a compartir de un lado a otro, como un puente... vamos a abordar todo, estamos investigando todo”.
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